1. CONCEPTO
La divergencia vertical disociada (DVD) es una compleja anomalía
supranuclear con compromiso cortical (1,2,13), exteriorizada por
alteraciones sensorio-motoras, habitualmente bilaterales, que afectan
selectivamente a ciertos movimientos de los ojos.
Así, se caracteriza por un movimiento lento e involuntario de
elevación del ojo ante determinados estímulos (9). A la vez que se realiza
este movimiento de elevación del ojo, se produce un movimiento de
exodesviación y de exciclotorsión y un movimiento de inciclotorsión del ojo
fijador (figura 1).
Figura 1.
Los estímulos que suelen desencadenar este movimiento involuntario
son:
— La oclusión del ojo.
— El aumento de la iluminación ambiental.
— La pérdida de la nitidez de la imagen sobre la retina, bien
espontáneamente (sin causa que lo justifique), o por artefactos (anteposición
de una lente convexa o de un filtro trans lú cido).
— La ausencia del control voluntario (el paciente pierde el control
binocular voluntario de la posición ocular, por ejemplo, al querer ver los
optotipos).
Es un proceso habitualmente bilateral. Se suele encontrar asociado a la
endotropía congénita (3). A pesar de la alta frecuencia de asociación
con ésta, no es patrimonio exclusivo de ella, y así podemos encontrarla en
cualquier proceso que curse con una interrupción del desarrollo de la visión
binocular, como cataratas congénitas unilaterales, pérdidas congénitas
precoces de la visión de un ojo (persistencia del vítreo primario, infecciones
prenatales, ojos enucleados por retinoblastomas...). Todas estas situaciones
constituyen el grupo de los denominados estrabismos sensoriales.
La DVD se caracteriza por ser un movimiento lento e involuntario de
elevación del ojo ante determinados estímulos, habitualmente es bilateral.
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También podemos encontrarla asociada a las exotropías intermitentes (se
debe hacer el diagnóstico diferencial con la divergencia horizontal disociada)
y, excepcionalmente, se ha visto en sujetos ortofóricos con sensorialidad
normal (4).
En cuanto a la edad de aparición existe bastante controversia. Para algunos
autores la DVD no aparece hasta los 2-3 años de edad. Sin embargo, para
nosotros, como para otros, la DVD aparece antes del año de edad.
Así Spielmann (5) refiere que aparece antes del año de edad, Bravermen y
Scott (6) a los 9 meses y Paris (7) a los 8 meses. Puede ocurrir que, cuando
aparece asociada a endotropías congénitas de gran ángulo, no la veamos muy
claramente, aunque existen signos de sospecha que nos deben hacer pensar en
ella.
2. PATOGENIA
Hoy en día la patogenia de este proceso es controvertida. Dado el particular
comportamiento de la oculomotricidad, la habitual bilateralidad y la íntima
relación con típicas respuestas sensoriales, se sugiere que su origen no es
puramente supranuclear sino que existe además un componente cortical.
Hay varios mecanismos patogénicos propuestos:
— Bielschowsky proponía una alteración en el centro de la divergencia
vertical (1). Sin embargo, la existencia de este centro nunca ha sido
demostrada.
— Para Crone (10), la DVD se debería al predominio de unos mecanismos
optomotores monoculares primitivos sobre los movimientos binoculares normales,
debido a una binocularidad congénitamente alterada. Así, la estimulación
luminosa del ojo fijador provocaría una respuesta anormal, programada para que
este ojo fijador se desplace en el sentido de la infraducción, aducción e
inciclotorsión. Rápidamente se establecerían mecanismos de compensación
motores binoculares, y sujetos a la ley de Hering, que determinarían en el ojo
no fijador movimientos conjugados con los del ojo fijador y, así, en aquél se
produciría el fenómeno conjugado de elevación (hipertropía). La aducción se
compensa por un movimiento de abducción y la inciclotorsión por un movimiento
de exciclotorsión. La principal crítica se basa en que la causalidad
radicaría en la estimulación luminosa del ojo fijador, cuando en realidad todo
tiende a sugerir que la DVD se desencadena, contrariamente, con la disminución
de la iluminación de un ojo.
— Para Fitzgerald y Billson (8) la DVD se debe a un cruce anormal de las
fibras de la retina temporal en el quiasma óptico.
— Según Spielman (5) existiría una ausencia de desarrollo de las uniones
binoculares, lo cual entrañaría trastornos de la programación de la fijación
monocular en ausencia de desarrollo de la visión binocular.
— Según Guyton (11,12), la desviación vertical se produciría como efecto
secundario en el ojo adelfo de aquellos pacientes que para conseguir una mayor
capacidad de fijación en un ojo desarrollan un mecanismo de fusión vertical
imputado al sistema vestibular.
3. CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS
El signo más destacado es la hipertropía (1,13,14,18), muy excepcional es
la hipotropía e hipoforia (figura 2). Además, en el movimiento de elevación
se produce un movimiento de abducción y de exciclotorsión (aunque si está
asociada a un gran estrabismo horizontal puede no verse bien). El movimiento de
elevación puede aparecer espontáneamente o de forma provocada (mediante
un oclusor o un filtro). Suele tratarse de un movimiento lento. Al desocluirlo,
el ojo puede quedar en hipertropía o descender de forma más rápida,
realizando este descenso muchas veces mediante movimientos sacádicos.
Figura 2.
Lo más destacado de la DVDes la hipertropía que aparece espontáneamente o
de forma provocada. La DVD se asocia con mucha frecuencia a la endotropía.
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La afectación vertical es generalmente bilateral, aunque con bastante
frecuencia se manifiesta de forma asimétrica en cantidad y, de forma
variable, en función de las condiciones y momento de la exploración. La
exploración con prismas, los oclusores translúcidos, la observación del
tortícolis fijando con cada ojo, las versiones y otros test nos pueden ayudar a
desenmascarar la bilateralidad en formas aparentemente monolaterales.
La hipertropía es ligeramente incomitante. Suele ser mayor en la abducción
y en la infraducción. Sin embargo, con el tiempo, la DVD puede desarrollar
contracturas que modifican el cuadro clínico típico inicial. Por ejemplo,
cuando la hipertropía es muy severa en infra-abducción, situación de valor en
el diagnóstico diferencial con la hiperfunción del músculo oblicuo inferior,
se puede intuir la contractura del músculo recto superior ipsilateral. También
cuando se combina con hiperfunciones de los músculos oblicuos, existe
incomitancia y la magnitud de la hipertropía varía en las diferentes
posiciones de la mirada. Combinada con la hiperfunción de los músculos
oblicuos superiores la hipertropía es mayor en abducción y en las miradas
hacia abajo mientras que si se asocia con hiperfunción de los músculos
oblicuos inferiores se invierte (mayor en aducción y en las miradas hacia
arriba) (figura 3).
Figura 3.
Estas asociaciones con hiperfunciones de los músculos oblicuos determinan
también la asociación con patrones alfabéticos. De entrada, una DVD pura
tiene poco patrón alfabético. Sin embargo, cuando está asociada a una
hiperfunción de los músculos oblicuos inferiores podemos encontrar un patrón
en «V» y, cuando se asocia a hiperfunción de los músculos oblicuos
superiores y contracturas de los músculos rectos superiores, puede verse un
patrón en «A» (figura 4).
Figura 4.
También es muy importante el estudio del tortícolis en los pacientes con
DVD. La forma más frecuente es el tortícolis con la cabeza inclinada sobre el
ojo fijador. La causa de este tortícolis típico es la compensación del
movimiento de inciclotorsión que se produce en el ojo fijador. Por ello, al
cambiar el ojo fijador, también se invierte el tortícolis. Puede ocurrir que
el paciente no presente tortícolis, o que se presente con la cabeza inclinada
sobre el hombro contrario. Esta situación se da sobre todo cuando la DVD está
asociada a otras alteraciones verticales, a una parálisis oculomotora del IV
par craneal, o a un nistagmo manifiesto latente.
Por lo que respecta a la binocularidad, los pacientes con DVD presentan una
visión binocular deteriorada. Esto puede manifestarse con la aparición de
guiños cuando se les descompensa con una luz intensa, otras veces refieren
astenopía, inestabilidad, dificultad en el cálculo de la dimensión
tridimensional y, en algunas ocasiones, molestias dolorosas en la región
supraorbitaria. La DVD puede aparecer también aislada, sin estar asociada a
otros síntomas.
Como hemos manifestado anteriormente, la DVD se presenta asociada, con mucha
frecuencia, a la endotropía congénita, por lo que podemos encontrar las
manifestaciones típicas de ella como son, además de la gran desviación
horizontal, la limitación de la abducción, el nistagmo latente, etc. Estas
manifestaciones pueden enmascarar algunas de las características de la DVD.
También es importante considerar la influencia que la corrección del
estrabismo horizontal puede producir sobre la DVD. Este punto será comentado
más adelante al hablar de la evolución del cuadro (cuadro 1).
4. EVOLUCIÓN
La DVD no sigue necesariamente un curso preestablecido. Así, podemos
encontrarla en un estado de hiperforia (DVD latente o compensada), o bien en un
estado de evolución, de forma paulatina y por periodos de creciente
intermitencia, hacia un estado de hipertropía permanente (DVD descompensada).
En las formas latentes, la desviación se manifiesta mediante artificios
exploratorios (oclusor, filtros translúcidos o coloreados, disminución de la
nitidez de la imagen de un ojo) o en condiciones de cansancio extremas. En las
formas descompensadas, la hipertropía se manifiesta también de forma
espontánea o en situaciones de fatiga, en la inatención, al fijarse para leer
un optotipo o un objeto lejano, con la luz intensa, etc.
En cuanto a la influencia de la corrección del estrabismo horizontal sobre
la compensación de la DVD, es frecuente observar como algunas DVD se compensan
una vez que se ha corregido el componente horizontal (figura 5).
Figura 5.
A su vez, una DVD muy descompensada puede favorecer la descompensación del
estrabismo horizontal. Según Calcutt,15 la operación precoz de la endotropía
congénita no incrementa el número de hiperfunciones de los músculos oblicuos
ni la descompensación de la DVD.
Algunas DVD se compensan una vez que se ha corregido el componente
horizontal. Una DVD muy descompensada puede favorecer la descompensación del
estrabismo horizontal.
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Puede aparecer una contractura de uno o de los dos músculos rectos
superiores que clínicamente se va a manifestar, de forma ocasional, por dolores
orbitarios o de la región supraciliar, y que podemos valorar bajo anestesia por
la existencia de una prueba de ducción pasiva claramente positiva.
5. CUANTIFICACIÓN DE LA DVD
Con el fin de establecer un correcto plan quirúrgico, es necesario conocer
las características del tortícolis y la magnitud de la hipertropía, la cual
se obtiene clínicamente mediante el «cover uncover test» con prismas.
La valoración del tortícolis debe hacerse considerando primero cuál es el
ojo responsable, valorando el tortícolis con el paciente en visión binocular.
Otra posibilidad es la valoración mediante fotografías que nos trae el
paciente a la consulta, tomadas en distintos momentos del día, cuando el
paciente esté en sus actividades cotidianas, sin ser consciente del motivo de
la fotografía, con el objeto de que no nos pueda enmascarar el tortícolis (en
muchas ocasiones se trata de niños que «ya se saben su enfermedad» y pueden
tratar de «engañarnos» a la hora de estudiarles en la consulta). Para
intentar evitar estas maniobras de engaño, puede ser útil valorar el
tortícolis en momentos de la consulta en los que el niño no se sienta
observado, como por ejemplo, al tomar la agudeza visual. Este momento también
nos ayudará a determinar el ojo responsable del tortícolis, al valorar su
aparición o no en función del ojo cuya agudeza visual estemos tomando (figura
6).
Figura 6.
En cuanto a la medición de la desviación, al ser la DVD generalmente
asimétrica, es necesario conocer la magnitud de la hipertropía en ambos ojos
para lo cual el cover test se realiza fijando primero con un ojo y luego con el
otro. Entonces, mientras se hace fijar al paciente con un ojo, se ocluye el
otro, esperando que se eleve completamente. Entonces le anteponemos un prisma
con base inferior de magnitud aproximada a la que imaginamos tiene la
hipertropía. En este momento transferimos la oclusión al otro ojo. Si el ojo
con el prisma antepuesto pasa a fijar sin realizar ningún movimiento en el
sentido vertical, tendremos la magnitud de la hipertropía, medida en dioptrías
prismáticas. Si el ojo realiza algún movimiento vertical, se repite la
maniobra hasta obtener el prisma que compense perfectamente la desviación
(figura 7).
Figura 7.
De esta manera, la DVD puede ser medida en todas las posiciones de la mirada
así como inclinando la cabeza sobre un hombro y sobre el otro (figura 8).
Figura 8.
Si a la DVD se la asocia una desviación vertical hay que evaluar ambas
correctamente. Primero colocaremos un prisma de base superior delante del ojo
hipotrópico, hasta que con el cover test, alternando rápido, el ojo ya no
realice movimiento de refijación viniendo de abajo hacia arriba. A partir de
ahí, mediremos la DVD, prismáticamente, tal y como hemos descrito.
La cuantificación de la DVD tiene en cuenta la valoración del tortícolis,
la medición de la desviación y si se asocia una desviación vertical.
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6. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
DVD-HIPERFUNCIÓN DE LOS MÚSCULOS OBLICUOS INFERIORES
Este diagnóstico diferencial suele representar una de las mayores
dificultades, sobre todo en las endotropías congénitas de gran ángulo, con
severo nistagmo en abducción (2).
Si la abducción no está muy comprometida, el diagnóstico diferencial entre
ambas situaciones ofrece menos dificultades. Para ello se recomiendan dos
maniobras:
En la primera (13), ocluimos un ojo a la vez que el otro fija un objeto que
es desplazado entre las posiciones extremas de la mirada en el plano horizontal.
Entonces evaluamos la posición relativa del ojo ocluido con respecto al fijador
estando en abducción, en la linea media y en aducción. Las posibilidades que
tenemos son:
1. Ocluimos el ojo izquierdo (OI), que se eleva.
2. Cuando el ojo derecho (OD) está en aducción, el OI está ligeramente por
encima de la línea media (DVD). Cuando el OD esta en abducción, el OI (en
aducción) se eleva más (hiperfunción del músculo oblicuo inferior). Por lo
tanto hay DVD+ hiperfunción del músculo oblicuo inferior del OI.
3. Cuando los ojos están en lateroversión izquierda hay alineación, cuando
están en lateroversión derecha el OI se eleva (hiperfunción aislada del
músculo oblicuo inferior del OI).
4. Hipertropía simétrica en ambas lateroversiones (DVD aislada).
5. Cuando el OD está en aducción, el OI, ocluido, está en hipotropía
(hiperfunción del músculo oblicuo inferior del OD), cuando el OD está en
abducción, el OI, ocluido, está en hipertropía (hiperfunción del músculo
oblicuo inferior del OI). Entonces existe hiperfunción de ambos músculos
oblicuos inferiores.
La segunda maniobra (13), consiste en hacer fijar al paciente con el ojo en
aducción extrema y observar, simultáneamente, el comportamiento del ojo no
fijador que, en grado variable se ha desplazado a la abducción. La posición
del ojo no fijador nos indicará la presencia de DVD y/o de hiperfunción del
músculo oblicuo inferior del ojo fijador. Así, si el ojo no fijador desplazado
en la abducción está en hipertropía («raising eye»), se puede establecer el
diagnóstico de DVD aunque no podemos descartar que exista hiperfunción del
músculo oblicuo inferior del ojo fijador asociada a la DVD. Si el ojo no
fijador está en hipotropía («falling eye») estamos ante una hiperfunción
del músculo oblicuo inferior del ojo fijador, aunque tampoco podemos descartar
una DVD asociada.
7. TRATAMIENTO
7.1. Tratamiento óptico
Este tratamiento puede ser de utilidad para compensar algunas DVD fuertemente
asimétricas o en algunos ángulos residuales asimétricos (14). Se hace fijador
el ojo en el que se manifieste más la DVD. Será útil siempre y cuando al
compensar la DVD y tomar la fijación el ojo de mayor DVD, no aparezca un
tortícolis torsional. Para ello, pueden utilizarse filtros de tipo Rysser,
penalizaciones ópticas, laca de uñas, lentes de contacto penalizadas, etc.
7.2. Rehabilitación ortóptica
Generalmente es ineficaz para el tratamiento de la DVD, ya que en casi todos
los pacientes con DVD existe correspondencia retiniana anómala que, si bien
puede mostrar cierto grado de fusión, es débil, inestable y no responde a
ningún tratamiento ortóptico. Sin embargo, puede ser eficaz la rehabilitación
binocular motora de seguimiento voluntario para mejorar los reflejos voluntarios
de coordinación binocular (14). Esto ayuda a compensar algunas desviaciones de
la DVD.
7.3. Toxina botulínica
Algunos autores (17) han presentado buenos resultados en el tratamiento de
formas asimétricas. El tratamiento con toxina botulínica presenta problemas de
ptosis intensas, duraderas e incómodas.
Sin embargo, puede ser útil en dos situaciones:
— Tratamiento de DVD residuales unilaterales.
— Utilidad diagnóstica en DVD asociadas a torsiones complejas.
7.4. Tratamiento quirúrgico
Es el tratamiento más habitual, sobre todo cuando la DVD es de gran magnitud
y está descompensada.
Muchas son las técnicas utilizadas a lo largo de los años. Son técnicas
que, en mayor o menor medida, reducen la desviación vertical aunque, con
frecuencia, persiste una pequeña desviación residual, al menos en posición
disociada. El objetivo será doble. Por un lado corregir la alteración vertical
de forma que quede en una forma compensada y con un ángulo residual que no
supere las 10-12 dp (dioptrías prismáticas). A la vez hay que corregir el
tortícolis en los casos en los que exista (16,23).
7.4.1. Retroinserción de los músculos rectos superiores
(figura 9)
Figura 9.
Es la técnica más utilizada actualmente, ya sea aislada o asociada a otras
técnicas. Está indicada para la DVD en la que no exista patrón alfabético en
«V» y en la que el tortícolis se produzca con la cabeza inclinada hacia el
hombro del ojo fijador. Hay que tener en cuenta que si existe un síndrome
alfabético en «V», al debilitar uno de los aductores en la extrema mirada
arriba, tenderíamos a agravar la «V». En cuanto al tortícolis, la mejoría
se debe al debilitamiento de uno de los intorsores del ojo fijador. Si el
paciente, como es frecuente, asocia una endotropía congénita, la corrección
del tortícolis horizontal también se asocia a la retroinserción de los
músculos rectos medios.
Hace varios años las retroinserciones de los músculos rectos se hacían muy
amplias (Jampolsky proponía hasta 14 mm) (19). Actualmente se hacen de forma
colgante, con doble anclaje, de 6-10 mm. Este tipo de sutura permite que el
músculo oblicuo superior se desplace por debajo de ella. Casi siempre se
realizan de forma bilateral y, generalmente, bastante simétricas, aunque la DVD
sea asimétrica. Se deben seccionar bien las expansiones capsulares y las
membranas intermusculares para evitar la retracción palpebral y permitir el
desplazamiento muscular.
En aquellos casos de DVD aparentemente unilaterales y que no presenten
ambliopía, hay que ser muy cautelosos a la hora de plantear una cirugía
unilateral, ya que si se opera el ojo que habitualmente se eleva, la mejoría de
las condiciones motoras es suficiente para cambiar la dominancia ocular y, como
consecuencia, se produce una hipertropía postoperatoria en el ojo contralateral
(la desviación se invierte). Esto se debe a la ley de Hering, pues el ojo que
ahora fija, al haber sido intervenido, requiere un impulso inervacional de
elevación mayor para mantenerse en la posición primaria, impulso en exceso que
también llega al músculo sinergista contralateral. Esto provoca hipertropía
significativa en el ojo no operado, pues a la que depende de la DVD se le suma
la ocasionada por el impulso inervacional que responde a la ley de Hering. Por
ello, las retroinserciones unilaterales se reservan para las formas
aparentemente unilaterales, asociadas a fuerte ambliopía, si la hipertropía es
moderada en el ojo ambliope (hasta 15 dp, aproximadamente).
Esta técnica, realizada en la DVD de gran intensidad, no consigue
corregirla, a pesar de realizar grandes retroinserciones (15 mm). Por el
contrario, sí aparecen paresias del músculo recto superior e hiperfunciones
secundarias del músculo oblicuo inferior, con el subsiguiente síndrome en
«V», y también son muy frecuentes los resultados asimétricos con
hipo-hipertropías.
Por ello, hasta las 15 dp puede ser eficaz esta cirugía aislada, pero a
partir de las 15-20 dp es aconsejable asociar una anteroposición del músculo
oblicuo inferior, con lo que se consigue una mayor simetría, una mayor
compensación de la DVD y un menor número de reintervenciones, sin necesidad de
realizar grandes retroinserciones del músculo recto superior ni grandes
anteroposiciones del músculo oblicuo inferior.
7.4.2. Transposición anterior de los músculos oblicuos inferiores
(esquema 1)
Esquema 1. Anteroposición del músculo oblicuo inferior.
Esta técnica fue difundida a partir de 1982 por Elliot & Nankin (20) y
Mims & Wood (18). Al emplear estas técnicas colocamos el músculo oblicuo
inferior a nivel del músculo recto inferior o de forma graduada entre 2 y 4 mm.
Con ello disminuimos su acción elevadora, para ser antielevador o incluso
depresor. Su efecto es de 8 a 15 dp (figura 10).
Figura 10.
Está indicada cuando la DVD no es muy intensa y coexiste con mayor
elevación en aducción, patrón alfabético en «V» y no existe tortícolis o
éste es levemente torsional. Está contraindicada, a menos que se acompañe de
otras técnicas, cuando existe hiperfunción asociada de los músculos oblicuos
superiores.
Debe realizarse también de forma bilateral, ya que en algunas formas
unilaterales se produce una hipotropía secundaria. En casos de DVD que no han
sido previamente operadas, y que muestran hiperfunción de los músculos
oblicuos inferiores, se realiza siguiendo la técnica de Mims & Wood. Si se
trata de una recidiva en un paciente ya operado mediante una retroinserción de
los músculos rectos superiores, se indica la técnica de Elliot & Nankin,
ya que con la técnica de Mims se provoca una limitación severa de la
elevación, no sobrepasando los ojos la línea media.
En la actualidad, cuando se trata una DVD, la transposición anterior de los
músculos oblicuos inferiores se combina con frecuencia con la retroinserción
de los músculos rectos superiores.
7.4.3. Transposición anterior de los músculos oblicuos inferiores asociada
a resección muscular:
Caleb-González (21,22)
Esta técnica consiste en una transposición de los músculos oblicuos
inferiores a la que se asocia una resección de 4-10 mm del músculo oblicuo
inferior. Es de utilidad en la DVD asociada a hiperfunción de los músculos
oblicuos inferiores, pero produce limitación de la elevación y a veces un
abultamiento palpebral por retropulsión de los tejidos palpebrales que, aunque
puede mejorar con el tiempo, no siempre se resuelve. Aunque es una técnica
eficaz en la corrección de la desviación vertical, no suele ser de elección,
pues crea problemas restrictivos.
7.4.4. Resección de los músculos rectos inferiores
Esta técnica fue propuesta inicialmente por Parks (24), quien proponía
resecciones de 4 a 8 mm. Más tarde, Knapp (25) aconsejaba resecciones más
amplias, de 8 a 12 mm, ya que él observaba muchas recidivas siguiendo la
técnica de Parks. Es una técnica que hoy en día reservamos para las
reintervenciones.
7.4.5. Cirugía del hilo a 12-14 mm. de los rectos superiores:
Faden-operación
(figura 11)
Figura 11.
Esta técnica puede realizarse aislada o asociada a una pequeña
retroinserción muscular, en ocasiones realizada de forma ajustable.
Hoy son pocos los partidarios de esta técnica porque no supera los
beneficios de la retroinserción y es más dificil su ejecución y su
reintervención, en caso necesario.
7.4.6. Retroinserción de los músculos rectos superiores y resección de los
músculos rectos inferiores
Es excepcional su realización simultánea como primera indicación.
7.4.7. Resección de los músculos oblicuos superiores y retroinserción de
los músculos oblicuos inferiores
Esta técnica es más apropiada para tratar algunas parálisis del IV par
bilaterales, que pueden estar asociadas en su cuadro motor con una DVD.
La indicación quirúrgica va a depender de las siguientes
características:
• Estado de la latencia o de la descompensación.
• Tipo de tortícolis.
• Magnitud de la desviación.
• Presencia o ausencia de hiperfunción de músculos oblicuos.
• Patrón alfabético.
• Ducciones intraoperatorias.
Así, podríamos establecer las siguientes indicaciones:
A. AUSENCIA DE TORTÍCOLIS
1. Si la desviación es relativamente comitante en las versiones, no existe
patrón alfabético, o es una leve «A»: Retroinserción de los músculos
rectos superiores. Si la desviación es mayor de 20 dp se debe añadir la
anteroposición de los músculos oblicuos inferiores.
2. Si la desviación aumenta en la aducción, el patrón alfabético es en
«V», obviamente no presenta tortícolis en intorsión, y la desviación es de
hasta 15 dp: Técnica de Elliot o de González.
3. Si la desviación en posición primaria de la mirada es menor de 15-20 dp,
es superior en abducción, el patrón alfabético es en «A», y existe
hiperfunción-pseudohiperfunción de los músculos oblicuos superiores:
Retroinserción de los músculos rectos superiores (transponiéndolos
temporalmente) con o sin adición de un debilitamiento de los músculos oblicuos
superiores.
B. PRESENCIA DE TORTÍCOLIS TORSIONAL
En general, si existe tortícolis torsional podemos asociar a la cirugía de
los músculos rectos:
— Debilitamiento del músculo oblicuo superior (inciclotorsión).
— Resección del músculo oblicuo superior (exciclotorsión).
— Desplazamiento de la inserción del músculo recto superior, nasal si
está en inciclotorsión, o temporal si está en exciclotorsión.
— Desplazamiento de los músculos rectos inferiores en sentido contrario,
en cada caso, a la de los músculos rectos superiores.
B.1. INCICLOTORSIÓN
— DVD manifiesta leve:
* Desviación concomitante: Retroinserción de los músculos rectos
superiores.
* Desviación incomitante:
• En abducción: Retroinserción de los músculos rectos superiores.
• En aducción: Anteroposición.
Las técnicas, casi siempre, serán bilaterales y bastante simétricas.
— DVD manifiesta intensa:
* Si el grado de tortícolis con inciclotorsión es muy intenso, se
debilitará o corregirá con el músculo recto superior junto con el músculo
oblicuo superior y, se incrementará con la anteroposición del músculo oblicuo
inferior, que refuerza la exciclotorsión.
* Comitante con DVD <20 dp: Retroinserción de los músculos rectos
superiores (4-5 mm) + Retroinserción de los músculos oblicuos superiores +
Anteroposición de los músculos oblicuos inferiores (Elliot).
* Comitante con DVD >20 dp: Retroinserción de los músculos rectos
superiores (6-10 mm) + Retroinserción de los músculos oblicuos superiores +
Anteroposición de los músculos oblicuos inferiores (Elliot).
* Incomitante > en aducción y con DVD <20 dp: Retroinserción de los
músculos rectos superiores (4-5 mm) + Retroinserción de los músculos oblicuos
superiores + Anteroposición de los músculos oblicuos inferiores (Mims).
* Incomitante > en aducción y con DVD >20 dp: Retroinserción de los
músculos rectos superiores + Retroinserción de los músculos oblicuos
superiores + Anteroposición con resección (González).
B.2. EXCICLOTORSIÓN
— DVD manifiesta leve:
* <10 dp: Desplazamiento del músculo oblicuo inferior tipo Parks o Apt.
* >10-15 dp: Retroinserción de los músculos rectos superiores (3-4 mm) +
Desplazamiento del músculo oblicuo inferior tipo Apt.
— DVD manifiesta intensa:
* DVD <10-15 dp: Apt + Resección del músculo oblicuo superior o
Harada-Ito (resección-plegamiento de las fibras anteriores del músculo oblicuo
superior)
* DVD >15 dp: Retroinserción de los músculos rectos superiores (3-4 mm)
+ Apt, y posibilidad de asociar una técnica de Harada-Ito, si el tortícolis
torsional en exciclotorsión es muy acusado.
8. COMPLICACIONES
El principal problema de las diferentes técnicas quirúrgicas suele deberse
a su efecto sobre la corrección, más que a la aparición de complicaciones,
siempre y cuando se aíslen bien las membranas intermusculares y las expansiones
capsulares.
Los fracasos son más frecuentes por las hipocorrecciones (13), que por las
hipercorrecciones, tanto en la desviación vertical como en la corrección del
tortícolis.
También podemos encontrarnos alteraciones asimétricas con hipotropías e
hipertropías en posición primaria de la mirada, más acusadas que antes de la
cirugía. Esto puede deberse a cirugías muy asimétricas o a adherencias del
músculo recto superior más anteriores en un músculo que en otro. Para evitar
estos deslizamientos se recomienda hacer suturas colgantes con dobles anclajes
del músculo, anudando en la inserción primitiva.
Podemos encontrar inversiones del patrón alfabético, sobre todo tras la
cirugía combinada de debilitamiento del músculo recto superior y del músculo
oblicuo superior, aunque también en las retroinserciones del músculo recto
superior asociadas a anteroposiciones del músculo oblicuo inferior; y en las
asociaciones de retroinserciones de los músculos rectos superiores con
transposiciones tipo González (hipotropías en posición primaria de la mirada,
mayores en abducción, con limitación de la elevación). Esta inversión del
patrón alfabético también se ve favorecida por una fibrosis secundaria del
músculo recto inferior, con limitación o restricción de la elevación,
hipotropía y tortícolis con el mentón elevado.
En ocasiones, si no se liberan bien las uniones intermusculares y, si la
retroinserción de los músculos rectos superiores es marcada, podemos encontrar
una retracción palpebral bastante antiestética (ojos demasiado abiertos o
«asustados»). Esta retracción palpebral puede mejorar con el paso del tiempo,
pero puede ser permanente y precisar de una reintervención.
También una cirugía demasiado agresiva puede dar lugar a una ptosis
palpebral.
En cuanto al párpado inferior, una cirugía excesiva del músculo recto
inferior puede ocasionar una retracción del párpado inferior. También una
cirugía de transposición con resección del músculo oblicuo inferior
(González) puede originar un abultamiento en el párpado inferior (hendiduras
pequeñas u «orientales»). Las anteroposiciones, especialmente esta última,
pueden inducir efectos asimétricos si la fijación no se realiza de forma
sólida y simétrica. En estos casos puede limitarse la elevación, resultando
marcadas hipotropías que, para su tratamiento, requieren nuevas intervenciones
del músculo oblicuo inferior y el músculo recto inferior (se forman fibrosis
que limitan el movimiento).
Por último, también son importantes los tortícolis torsionales agravados
por un error diagnóstico, por ejemplo, ante una DVD con tortícolis torsional
leve en inciclotorsión, a la cual debilitemos el músculo oblicuo inferior y,
con ello, aumentemos el tortícolis torsional.
BIBLIOGRAFÍA
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