CAPÍTULO 8
NEOPLASIAS

Dres. Carmen Morata y José López-Aldeguer

8.1. SARCOMA DE KAPOSI

8.2. LINFOMA NO HODGKIN

8.3. OTRAS NEOPLASIAS



Los pacientes infectados por el VIH tienen un mayor riesgo de enfermedades neoplásicas, al igual que en otras situaciones en las que existe una inmunodeficiencia.

Las más comunes son el sarcoma de Kaposi y el linfoma no Hodgkin.

 

8.1. SARCOMA DE KAPOSI

Es la neoplasia más frecuente. Afecta fundamentalmente al grupo contagiado por vía sexual -homo o bisexual en el 96% de los casos-, lo que hace sospechar la existencia de un posible cofactor de transmisión sexual -virus de la familia herpesvirus- en la patogenia.

El sarcoma de Kaposi puede ser una manifestación precoz de la infección por el VIH.

La lesión cutánea típica es una mácula, pápula o nódulo de color rojo-violáceo (fig. 1).

Inicialmente suelen ser escasas y asientan en zonas de piel expuestas -típicamente en la punta de la nariz- (fig. 2) y en la cavidad oral -sobre todo en el paladar- (fig. 3).

El curso clínico es variable, pero generalmente se produce una diseminación de las lesiones mucocutáneas, con posible afectación de órganos internos. Así, pueden aparecer adenopatías, afectación gastrointestinal, que suele ser asintomática, y afectación pulmonar (fig. 4), que es muy grave. Es frecuente la obstrucción linfática que origina un importante edema distal.

El aspecto de las lesiones es muy sugestivo, pero el diagnóstico es histológico.

Las lesiones localizadas pueden no requerir tratamiento salvo que causen obstrucción linfática o problemas estéticos. Se puede realizar cirugía local, radioterapia o quimioterapia intralesional. Cuando la enfermedad está extendida el tratamiento de elección es sistémico: interferón, si no hay afectación visceral y los CD4 son mayores de 200/µl; o quimioterapia con uno o varios agentes en caso de afectación visceral o CD4 menores de 200/µl (1).

 

8.2. LINFOMA NO HODGKIN

Los pacientes con SIDA tienen mayor riesgo de desarrollar linfomas. Pueden aparecer hasta en un 5% de ellos.

Son una manifestación tardía de la infección por VIH (< 200 CD4/µl). Son linfomas de estirpe B, de grado intermedio o alto de malignidad (linfoma de Burkitt, inmunoblástico o de célula pequeña no hendida), y que aparecen ya en un estadio avanzado y con frecuente participación de órganos fuera de los ganglios linfáticos (extranodal) (figs. 5 y 6).

El linfoma cerebral primario constituye el 25% de los casos de linfoma no Hodking. Es indistinguible clínica y radiológicamente de una toxoplasmosis cerebral, por lo que el diagnóstico definitivo lo proporciona la biopsia. Aparece en fases terminales de la enfermedad y el pronóstico es malo a corto plazo.

 

8.3. OTRAS NEOPLASIAS

La enfermedad de Hodgkin, y sobre todo la variedad histológica de celularidad mixta, es más frecuente en los pacientes VIH positivos. También tiene un curso más agresivo, con frecuente afectación extranodal.

Son frecuentes igualmente el carcinoma de cérvix -entidad diagnóstica de SIDA en su forma invasora- y el anorrectal en homosexuales. Se han relacionado con la infección por el papilomavirus. Se recomienda realizar exámenes periódicos para hacer un diagnóstico precoz (2).


BIBLIOGRAFÍA

  1. Cohen P, Sande M, Volberding P (eds). The AIDS knowledge base. 2nd ed. USA. Little, Brown and Company, 1994
  2. DeVita VT, Hellman S, Rosenberg SA, et al (eds). AIDS: etiology, diagnosis, treatment, and prevention. 3rd ed. Philadelphia, JB Lippincott Company, 1992

 

 

[Índice general]