COMUNICACIÓN SOLICITADA


La RNM en el seguimiento de pacientes con implante orbitario de hidroxiapatita

Dres. Sánchez Orgaz M1, Abelairas Gómez JM2, Royo Oreja A1, Peralta Calvo J2, Fonseca Sandomingo A1, Armadá Maresca F1

Servicio de Oftalmología del Hospital La Paz. Madrid.
(1) Licenciado en Medicina.
(2) Doctor en Medicina.


Introducción

Desde la introducción de implantes orbitarios en ojos anoftálmicos tras evisceración (Mules, 1884) y enucleación (Frost, 1887), éstos han sufrido numerosas y continuas modificaciones para mejorar la motilidad y la estética de la prótesis y disminuir las complicaciones asociadas, tales como infección migración o extrusión del implante.

El implante orbitario de HA fue introducido por Perry en 1985 (1,2). Es un implante totalmente integrado que combina biocompatibilidad (a través de la integración de tejido orbitario fibrovascular) y, excelente motilidad por fijación de los músculos extraoculares y más tarde, por acoplamiento de la prótesis externa mediante un vástago cuando el implante se ha vascularizado.

La RNM es una técnica sencilla y con una excelente definición anatómica que proporciona una guía del grado de vascularización del implante (3). Esta vascularización es necesaria para que se produzca el crecimiento del epitelio conjuntival en el orificio que se taladra para colocar el vástago, separando el implante del exterior, lo que disminuye el riesgo de infección y asegura la fijación satisfactoria de la prótesis.

 

Pacientes y métodos

Fueron evaluados con RNM 28 niños con implantes orbitarios de HA colocados tras enucleación (25 casos) o evisceración (5 casos), dos de ellos con implante bilateral. Entre ellos había 5 implantes secundarios. Los pacientes tenían una edad comprendida entre el año y los 15 años de edad (edad media: 3,5 años). A todos se les realizó RNM con antena de superficie obteniéndose imágenes en T1 (axial y sagital) con supresión de grasa antes y después de la administración de Gd-DPTA. El tiempo entre el momento de implantación de la HA y el momento de realización de la RNM varió entre los 4 meses y los 2 años. Se realizó una evaluación de los patrones de realce y se correlacionó con las complicaciones asociadas.

 

Resultados

Se observó un patrón de realce periférico que progresaba con variabilidad hacia el centro del implante. Este patrón era algo asimétrico con un borde de avance desde las ventanas esclerales y canales accesorios y es igual al patrón de crecimiento fibrovascular.

Según el tanto por ciento de captación se consideró: buena, si la vascularización era del 75-100% (fig. 1), moderada entre el 25-75% y mala si era menor del 25% (fig. 2). Se obtuvieron los siguientes resultados:

f02-01.jpg (37728 bytes) Fig. 1

f02-02.jpg (40628 bytes) Fig. 2

 

Discusión

La forma y dimensiones del hueso orbitario están influenciados por la presencia del globo ocular y, el anoftalmos se asocia con una disminución del volumen orbitario.

Actualmente con la utilización de nuevos implantes se consiguen excelentes resultados tanto estéticos como funcionales. Dentro de éstos cabe destacar el implante de hidroxiapatita (4). La hidroxiapatita deriva de la estructura esquelética de un coral marino. Posee un sistema regular de poros interconectados de 250-500 micras de diámetro que remeda el sistema haversiano del hueso trabecular. Esta estructura porosa proporciona una malla para el crecimiento de tejido fibrovascular, crecimiento que según evidencias histopatológicas comienza a las 4 semanas de la implantación (5).

El implante de HA es un implante totalmente integrado que combina biocompatibilidad (a través de la integración de tejido orbitario fibrovascular) y, excelente motilidad, por fijación de los músculos extraoculares a las ventanas esclerales y por acoplamiento de la prótesis externa mediante un vástago que se coloca en un orificio taladrado en la HA cuando el implante se ha vascularizado (más o menos a los 6 meses) (6).

El propósito de la utilización de métodos de imagen es determinar si existe vascularización del implante antes de realizar el orificio para colocar el vástago de forma prematura y, evitar así las complicaciones que pueden derivarse de hacerlo en un implante avascular.

Se han empleado diversos métodos para evaluarlo (7), pero la RNM con antena de superficie debido a su alta resolución y a su inocuidad parece ser la mejor técnica para evaluar el implante orbitario de HA (8). Las técnicas con supresión de grasa en T1 son capaces de detectar sutiles áreas de realce y, adicionalmente el gadolinio (9,10) realza áreas de flujo lento y aumentada vascularización. En T2 la presencia de agua extracelular en el implante aparece como áreas de hiperintensidad similares al vítreo del ojo contralateral. Sin embargo, la interferencia de artefactos inherentes a las secuencias T2 hacen difícil la interpretación de estas imágenes.

Por tanto, las imágenes en T1 con Gd-DPTA con o sin supresión de grasa constituyen el procedimiento de elección para detectar crecimiento fibrovascular en el implante de HA. Un examen abreviado puede limitarse a una imagen sagital en T1 seguido por 2 ó 3 imágenes axiales contiguas con o sin supresión de grasa después de la administración de Gd.

El patrón de realce en el implante es igual al patrón histológico de crecimiento fibrovascular progresando desde la periferia al centro (11). No existe correlación entre la extensión del realce en el implante y el tiempo transcurrido desde la colocación del mismo lo que puede reflejar diferencias en la angiogénesis de cada paciente.

Los implantes colocados tras enucleación en general muestran una buena vascularización, con escasas complicaciones. En cambio, los colocados tras evisceración tienen un pobre patrón de crecimiento fibrovascular, siendo en ellos más frecuente la dehiscencia conjuntival y la exposición de la HA. Los implantes secundarios en cambio, vascularizan más agresivamente que los primarios aunque su motilidad es peor.

 

Conclusión

La RNM con antena de superficie puede identificar la progresión de crecimiento fibrovascular en el implante orbitario de HA y determinar así el momento de perforación del mismo para colocar el vástago, previniéndose la morbilidad asociada a hacerlo en un implante avascular.

 

Resumen

Propósito. Comprobar la utilidad de la RNM con Gd-DPTA para evaluar y caracterizar la vascularización del implante orbitario de HA y, por tanto para proporcionar una guía del momento de colocación del vástago

Material y métodos. Se realizó RNM con antena de superficie en 28 pacientes pediátricos que habían recibido un implante orbitario de HA, obteniéndose imágenes en T1 (axial y sagital) con supresión de grasa antes y después de la administración de gadolinio.

Resultados. Se visualizó buen crecimiento fibrovascular en un 72% de los casos de enucleación. El patrón de realce comenzaba en la periferia, centrándose alrededor de los canales accesorios, aunque con grandes diferencias individuales. Los casos de evisceración no mostraron suficiente vascularización. En contraste, los implantes secundarios mostraron un agresivo patrón de realce.

Conclusión. La RNM es un buen método de control para identificar la progresión de crecimiento fibrovascular en el implante orbitario de HA y para determinar el momento de colocación del vástago.

 

Palabras clave

Gadolinio, hidroxiapatita, crecimiento fibrovascular, vástago.

 

Summary

Objectives. To asses the usefulness of Gd-DPTA MRI to evaluate and characterize the complete vascularization of porous coralline HA orbital implant in order to provide a guide timing of final drilling for prosthesis fixation.

Material and methods. Axial and sagital T1-weighted images with fat supression before and after administration of Gd-DPTA were obteined in 28 pediatric patients receiving HA orbital implant.

Results. Good fibrovascular ingrowth was visualized in 72% of enucleation cases. The enhancement pattern began at the periphery and centered around the acces channels. Tremendous variability among individuals existed. Those cases of evisceration did not show enough fibrovascular ingrowth. In contrast, the secondary implants showed an agressive pattern of enhancement.

Conclusion. MRI is a good control method to identificate the progression of fibrovascular ingrowth into the HA orbital implant and to guide the final drilling and peg placement.

 

Key words

Gadolinio, hydroxyapatite, fibrovascular ingrowth, peg.


Bibliografía

  1. Perry AC: Integrated orbital implants. Adv Ophthalmic Plast. Reconstr.
  2. Perry AC: Advances in enucleation. Ophthalmol Clin North America 1991; 4: 173.
  3. De Potter, Patrick, Shields L Carol, Flanders E Adam: Role of magnetic resonance imaging in the evaluation of the hydroxyapatite orbital implant. Ophthalmoloy 1992; 99: 824-830.
  4. Dutton JJ: Coralline hydroxyapatite as an ocular implant. Ophthalmology 1991; 98: 370.
  5. Shields L Carol, Shields Jerry, Eagle C Ralph, De Potter Patrick: Histopathologic evidence of fibrovascular ingrowth four weeks after placement of the hydroxyapatite orbital implant. American Journal of Ophthalmology 1991; 111: 363-366.
  6. Shields A Jerry, Shields L Carol, De Potter Patrick: Hydroxyapatite orbital implant after enucleation. Experience whith 200 cases. Mayo Clin Proc 1993; 68: 1.191-1.195.
  7. Sartoris DJ, Gershuir Dh, Akeson Wh: Coralline hydroxyapatite bone graft substitutes: preliminary report of radiographic evaluation. Radiology 1986; 159: 133-137.
  8. Bilaniuk LT, Atlas SW, Zimmerman RA: MRI of the orbit. Radiol Clin North America 1987; 25: 509-528.
  9. Spirnak P, Joseph, Nieves Nestor, Hollsten A, Donald, White Willian, Betz A Tood: Gadolinium enhanced MRI assesment of hydoroxyapatite orbital implant. American Journal of Ophthalmology 1995; 119: 431-440.
  10. Ferrone PJ, Dutton JJ: Rate of vascularization of coralline hydroxyapatite ocular implants. Ophthalmology 1992; 99: 376-379.
  11. Edward Hamilton Herbert, Dale Christianson Murray, Willians Powel Jhon, Thomas Allen Robert: Evaluation of vascularization of coralline hydroxyapatite ocular implant by MRI. Clinical imaging 1992; 16: 243-246.