CASOS CLÍNICOS

Macroaneurisma arterial retiniano: fotocoagulación con láser de argón

Dres. Sánchez Vicente JL1, Díez Garretas C1, Herrador Montiel MA1, Sánchez Vicente P1, Guiote Linares JR1, Prieto Llamas R1

Hospital Cruz Roja- INSALUD. Ceuta.
(1) Licenciado en Medicina y Cirugía.


Introducción

Los macroaneurismas arteriales retinianos son dilataciones focales adquiridas, redondeadas o fusiformes, que aparecen en el polo posterior dentro de las tres primeras bifurcaciones de las arterias retinianas. Se observan con mayor frecuencia en la sexta y séptima década de la vida, con un marcado predominio en mujeres y una fuerte asociación con la hipertensión arterial y los cambios vasculares arterioscleróticos (1).

Aunque muchos pacientes pueden permanecer asintomáticos, el síntoma de presentación más común es la pérdida de visión. Ésta puede producirse como consecuencia de una hemorragia, que puede ser subretiniana, intrarretinina, prerretiniana o vítrea; o como consecuencia de un edema macular con exudación asociada de lipoproteínas (2).

El diagnóstico se basa en el aspecto característico de la lesión. Aquellos macroaneurismas que han evolucionado hacia el cierre pueden ser reconocidos como una deformidad en forma de Z en el vaso afecto. La angiografía fluoresceínica muestra de forma típica el llenado del macroaneurisma durante la fase arterial del angiograma. En fases tardías el aspecto puede variar, observándose desde la tinción de las paredes del vaso hasta una intensa difusión del contraste (3).

Este cuadro típico puede estar enmascarado por una densa hemorragia, que puede provocar una marcada hipofluorescencia.

Aunque la mayoría de los macroaneurismas se resuelven de forma espontánea con una buena recuperación de la agudeza visual, en algunas ocasiones puede ser necesario su tratamiento. Presentamos el caso de un paciente con un macroaneurisma en su ojo derecho y disminución de la agudeza visual como consecuencia de la hemorragia y del edema macular.

  

Caso clínico

Varón de 58 años de edad, hipertenso, que acude por pérdida brusca de visión en el ojo derecho. El paciente presentaba una agudeza visual menor de 0,05, siendo la exploración del segmento ocular anterior normal. La exploración del fondo de ojo, bajo midriasis, mostró la existencia de un hemovítreo de densidad media, que permitía ver fondo aunque sin apreciar detalles. El paciente fue revisado a la semana, observándose la desaparición del hemovítreo y apreciándose una hemorragia subretiniana y otra prerretiniana, centradas alrededor de lo que parecía una dilatación de la arteria temporal superior. La mácula aparecía edematosa (figs. 1 y 2). Se realizó angiografía fluoresceínica que confirmó la presencia de un macroaneurisma de la arteria temporal superior, con edema macular por exudación a partir del macroaneurisma (fig. 3).

f15-01.jpg (11359 bytes) Fig. 1

f15-02.jpg (8286 bytes) Fig. 2

f15-03.jpg (14110 bytes) Fig. 3

El paciente fue revisado al mes y a los dos meses, observándose la resolución parcial de las hemorragias y la persistencia del edema macular (fig. 4).

f15-04.jpg (14400 bytes) Fig. 4

Ante esta evolución, se indicó la fotocoagulación del macroaneurisma. Se realizó fotocoagulación directa e indirecta, con láser de argón verde, con un tiempo de exposición de 0,2 segundos, un tamaño de 100-200 micras y una potencia de 200-300 miliwatios en la zona que rodeaba el macroaneurisma, mientras que éste fue directamente fotocoagulado con un tamaño de 500 micras y una potencia de 200-300 miliwatios.

El paciente fue revisado a los dos meses, comprobándose la involución del macroaneurisma (deformidad en Z del vaso), desaparición de las hemorragias y resolución del edema macular, con mejoría de la agudeza visual (fig. 5).

f15-05.jpg (15210 bytes) Fig. 5

  

Discusión

Aunque la mayoría de los macroaneurismas se resuelven de forma espontánea, manteniendo una buena función visual, en un número importante de pacientes puede producirse una disminución de la visión central, como consecuencia del daño macular secundario a la hemorragia o a la exudación de lipoproteínas, antes de que se produzca la resolución espontánea.

Por ello, en estos casos en los que la visión central está afectada o amenazada, puede ser beneficioso el tratamiento con láser (4).

En nuestro caso, tal como se observa en la angiografía fluoresceínica realizada a los dos meses de la fotocoagulación, se consiguió el cierre del macroaneurisma con desaparición de la hemorragia y de la exudación, y mejoría de la agudeza visual, que alcanzó un valor de 0,7.

Destacamos, por tanto, la posibilidad del tratamiento con láser en aquellos casos de macroaneurismas exudativos con afectación significativa de la mácula, evitando el daño producido por el edema macular o el acúmulo lipídico prolongado.

  

Resumen

Caso Clínico. Presentamos el caso de un varón de 58 años de edad, hipertenso y con un macroaneurisma arterial retiniano en el ojo derecho. Presentaba disminución de la visión como consecuencia del edema macular y de la hemorragia secundaria al macroaneurisma.

Discusión. El paciente fue controlado durante dos meses sin que se observara mejoría de la agudeza visual. Realizamos fotocoagulación directa e indirecta del macroaneurisma con láser de argón consiguiendo la resolución del edema macular y de la hemorragia retiniana, y la mejoría de su agudeza visual.

  

Palabras claves

Macroaneurisma arterial retiniano, edema macular, hemorragia, exudado, fotocoagulación.

  

Summary

Case report. We present the case of a 58 year old, hypertensive man with a retinal arterial macroaneurysm in his right eye. He suffered visual loss as a result of retinal hemorrhage and macular edema.

Discussion. The patient was followed-up for two months without visual improvement. We performed direct and indirect argon laser photocoagulation with resolution of macular edema and retinal hemorrhage and improvement in visual acuity.

  

Key words

Retinal arterial macroaneurysm, macular edema, hemorrhage, exudate, photocoagulation.


Bibliografía


  1. Rabb MF, Gagliano DA, Teske MP. Retinal arterial macroaneurysm. Surv Ophthalmol 1988; 33: 73-96.

  2. Gurwood AS, Nicholson CR. Retinal arterial macroaneurysm: a case report. J Am Optom Assoc 1998; 69: 41-48.

  3. Chew EY, Murphy RP. Acquired retinal macroaneurysms. In: Ryan SJ. Retina. St Louis: Mosby Year-Book; 1994; II: 1499-1502.

  4. Slusher MM. Retinal Arterial Macroaneurysms. In: Guyer DR, Yannuzi LA, Chang S, Shields JA, Green WR. Retina-Vitreous-Macula. Philadelphia: W.B. Saunders Company; 1999; I: 383-389.