CASO CLÍNICO


Hipermetropía adquirida con pliegues coroideos

ZARAGOZA CASARES P1, JONES CA2, GÓMEZ FERNÁNDEZ T1, ZARAGOZA GARCÍA P3, ZATO GÓMEZ DE LIAÑO MA4

(1) Licenciado en Medicina y Cirugía. Oftalmología. Unidad de Párpados y Anejos Oculares del Instituto de Ciencias Visuales.
(2) Doctora en Medicina y Cirugía. Oftalmólogo. Unidad de Párpados y Anejos Oculares. Kent Ophthalmologic Hospital. Maidstone. Reino Unido.
(3) Doctor en Medicina y Cirugía. Oftalmólogo. Ex-jefe Unidad de Órbita Hospital Clínico San Carlos. Madrid.
(4) Catedrático de Oftalmología. Director General del Instituto de Ciencias Visuales. Madrid.


La hipermetropía adquirida con pliegues coroideos es una condición benigna caracterizada clínicamente por el desarrollo agudo unilateral o bilateral de un cambio hipermetrópico que causa en algunos pacientes visión borrosa. Este raro trastorno afecta principalmente a varones de mediana edad.

La agudeza visual mejora hasta casi la normalidad con lentes positivas, el error refractivo y los hallazgos oftalmológicos tienden a permanecer estables a lo largo del tiempo.

El examen oftalmológico demuestra pliegues coroideos en el fondo del ojo. La ecografía oftálmica revela un aplanamiento del globo ocular en el diámetro anteroposterior (forma elipsoidea).

El mecanismo responsable de estos hallazgos clínicos y radiológicos permanece sin definir.

 

CASO CLÍNICO

Una mujer de 46 años de raza blanca referida por su optometrista por una disminución de la agudeza visual en su ojo derecho.

La paciente presentaba una buena salud a nivel general sin historia oftalmológica relevante y sin antecedentes familiares de interés.

A la exploración sus agudezas visuales corregidas eran de la unidad en ambos ojos con la siguiente corrección: OD +5.00 –1,50 180 y OI +3,25 –1.00 180

El examen del segmento anterior así como la motilidad intrínseca y extrínseca eran normales.

La fundoscopia reveló pliegues bilaterales coroideos y nervios ópticos normales (fig. 1a y 1b). No se encontraron signos de inflamación o de isquemia.


Fig. 1a. Fotografía demostrando pliegues coroideos en ojo derecho.


Fig. 1b. Fotografía demostrando pliegues coroideos en ojo izquierdo.

La biometría ocular constató ejes axiales de 22,33 mm en OD y 21,23 mm en OI.

La ecografía oftálmica demuestra un contorno elipsoidal de ambos polos posteriores (fig. 2a y 2b).


Fig. 2a. Imagen de la ecografía oftálmica con forma elipsoidea del polo posterior en ojo izquierdo.


Fig. 2b. Imagen de la ecografía oftálmica con forma elipsoidea del polo posterior en ojo derecho.

La angiografía con fluoresceína confirmó la presencia de pliegues coroideos en ambos ojos.

La tomografía axial computerizada (TAC) con contraste de cabeza y órbitas era compatible con la normalidad.

Basándonos en estos hallazgos clínicos el diagnóstico de presunción fue el de hipermetropía adquirida con pliegues coroideos.

La visión y graduación después de ocho meses es de la unidad en ambos ojos con la siguiente corrección: OD +5.00 –1,00 180 y OI +3.75 –0,75 180.

Los ejes anteroposteriores después de ocho meses son de 21,25 mm en OD y 21,49 mm en OI demostrando una reducción significativa del eje axial del OD.

  

DISCUSIÓN

La hipermetropía adquirida con pliegues coroideos es un proceso benigno de etiología desconocida, extremadamente infrecuente.

Los pliegues coroideos fueron descritos por vez primera por Nettleship en 1884 (1), y están típicamente asociados con otras patologías oculares como hipotonía, escleritis, neoplasia y aumento de la presión intracraneal. La hipermetropía adquirida con pliegues coroideos fue descrita por primera vez en 1969 (2) y se presenta sin otra patología ocular en adultos sanos, con una prevalencia de hombre a mujer de 14 a 1.

La afectación bilateral ocurre en más de la mitad de los casos y la afectación del segundo ojo puede ocurrir hasta 6 años después (3).

La etiología de este inusual síndrome es desconocida. Las imágenes del TAC demuestran numerosos rasgos característicos incluyendo el aplanamiento del polo posterior, la apariencia alargada del nervio óptico con dilatación ocasional del espacio perineural del líquido cefalorraquídeo (3).

Los estudios ecográficos demuestran una disminución de la longitud anteroposterior del globo del polo, un aplanamiento del polo posterior, un engrosamiento retino-coroideo y una distensión de la vaina del nervio óptico (4).

Las características histopatológicas de la hipermetropía adquirida con pliegues coroideos secundarios, siguen siendo desconocidas, aunque se ha visto que globos enucleados con esta patología, tienen un aumento del espesor de la membrana de Bruchs (4).

El pronóstico es excelente, la longitud axial típicamente se estabiliza y con una corrección hipermetrópica la agudeza visual vuelve a la normalidad.

Aunque el síndrome es autolimitado, una investigación minuciosa debe ser realizada si los síntomas como dolor de cabeza ó escotomas visuales están presentes, puesto que una elevada presión intracraneal de cualquier causa puede manifestarse con un cambio hipermetrópico y pliegues coroideos (5).


BIBLIOGRAFÍA


  1. Nettleship E. Peculiar lines in the choroid in a case of post-papillitic atrophy. Trans Ophthalmol Soc UK 1884; 4: 167-168.

  2. Norton EWD. A characteristic fluorescein angiographic pattern in choroidal folds. Proc R Soc Med 1969; 62: 119-28.

  3. Dailey RA, Mills RP, Stimac GK, Shults WT, Kalina RE. The natural history and CT appearance of acquired hyperopia with choroidal folds. Ophthalmol 1986; 93: 1336-1342.

  4. Kalina RE, Mills RP. Acquired hyperopia with choroidals folds. Ophthalmol 1980 Jan; 87: 44-50.

  5. Jacobson DM. Intracranial hypertension and the syndrome of acquired hyperopia with choroidal folds. Journal of Neuro-Ophthalmology 1995; 15(3): 178-185.