SEMINARIO DE CASOS CLÍNICOS


Oclusión vena central de la retina en adulto joven (papiloflebitis). A propósito de un caso

FERNÁNDEZ GARCÍA A1, MORALES PACIENCIA A1, ARGAYA AMIGO J1, ESCUDERO VILLANUEVA A1, RAEZ BALBASTRE J1, LEOZ MACÍAS G2, ENCINAS MARTÍN JL1

Hospital Clìnico Universitario Puerta de Hierro. Madrid.
(1) Licenciado en Medicina.
(2) Licenciado en Medicina y Cirugía.
(3) Doctor en Medicina.


INTRODUCCIÓN

La papiloflebitis o vasculitis papilar, es un cuadro infrecuente, que afecta típicamente a pacientes sanos con edades por debajo la sexta década de la vida (1-3). Se cree que la lesión subyacente es una tumefacción de la papila que da lugar a una congestión venosa secundaria. Presentamos un caso diagnosticado y seguido en nuestro servicio.

  

CASO CLÍNICO

Presentamos un caso de un paciente de 41 años de edad, de origen brasileño que acude al servicio de urgencias refiriendo visión borrosa central en el OD desde por la mañana al levantarse. No refiere cefalea, ni fiebre, ni otro síntoma acompañante. Como antecedentes personales de interés presenta miopía de –3 dp en AO, síndrome de ansiedad en tratamiento y un nódulo tiroideo. El paciente acudió 15 días antes con una sintomatología similar no encontrándose patología oftalmológica alguna.

La AV era de 0,8 en el OD y de 1 en el OI. No presentaba DPAR. Los MOE fueron normales. Con filtro verde no se constató diplopía. No discromatopsia en el test de Ishihara. En la biomicroscopia no se observaron alteraciones y la PIO fue de 13 y de 15 mm Hg respectivamente. En la rejilla de Amsler refería alteración de las líneas centrales.

En la campimetría (G1 OCTOPUS), se constató un pequeño aumento de la mancha ciega en el OD (fig. 1).


Fig. 1.

En la fundoscopia del OD se observa una papila sobreelevada, congestionada, hiperémica (fig. 2), junto con un engrosamiento predominantemente venoso generalizado, con tortuosidad y hemorragias puntiformes intrarretinianas dispersas, junto con un exudado algodonoso macular extrafoveolar. No presentaba focos de periarteritis ni coroiditis asociada, tampoco DVP. El OI no presentaba alteraciones (figs. 3 y 4).


Fig. 2. Edema papila OD.


Fig. 3. Retina OI.


Fig. 4. Retina OD: tortuosidad vascular junto con hemorragia puntiformes intrarretinianas y exudado macular.

La tensión arterial era de 13/8 .Se solicitó TC ORBITOCRANEAL y una VSG que fueron informadas como normales. El paciente fue remitido al S. de Medicina Interna para estudio sistémico (coagulopatías, enfermedades autoinmunes…) siendo el estudio negativo. En la AFG se muestra retraso en el llenado venoso, una leve hiperfluorescencia debida a la extravasación y buena perfusión capilar en el OD (fig. 5).


Fig. 5. Angiografía OD.

Le fue pautado antiagregación diaria. La evolución ha sido favorable, en la actualidad se encuentra asintomático, con una AV de 1 en AO, y resolución del exudado y de las hemorragias retinianas a los dos meses, siguiendo el curso de forma ambulatoria.

  

DISCUSIÓN

En 1961 Lyle y Wybar (4) presentaron una serie de seis casos de pacientes con un cuadro unilateral de leve visión borrosa, una buena AV, dilatación y tortuosidad venosa, hemorragias retinianas y edema de papila. Todos los pacientes mejoraron espontáneamente, permaneciendo una leve tortuosidad vascular y la formación de neovasos en el disco óptico en algunos casos. Definieron esta entidad como «vasculitis retiniana» y pensaron que estaba causada por una OVCR secundaria a una vasculitis inflamatoria del sistema venoso.

Lonn y Hoyt (5) apoyaron esta etiopatogenia pero la redefinieron con el término de «papiloflebitis». Más tarde Hart y colaboradores (6), inició el debate afirmando que la teoría inflamatoria tenía una evidencia poco firme ya que en ningún caso se había estudiado histopatológicamente.

Hoy en día la papiloflebitis se presenta como una forma de OVCR no isquémica, con características oftalmoscópicas y angiográficas bien definidas y con un curso clínico bastante característico. De evolución benigna, afecta característicamente a pacientes jóvenes entre la tercera y sexta década de la vida, sanos. Es necesario realizar un diagnóstico diferencial con la enfermedad por arañazo de gato, enfermedad de Lyme, sífilis, neuroretinitis idiomática de Leber y sobre todo descartar diabetes , coagulopatías o enfermedades autoinmunes.

Debido a su pronóstico visual benigno, no requiere en la mayoría de los casos tratamiento alguno, aunque en ocasiones se han utilizado corticoides. Suele aconsejarse la antiagregación de forma preventiva y el seguimiento para evitar complicaciones secundarias tales como la neovascularizacón irido retiniana, glaucoma neovascular, edema macular cistoide incluso la formación de un agujero macular (1,2).


BIBLIOGRAFÍA


  1. Walters RF, Spalton DJ. Central retinal vein occlusion in people aged 40 years or less: a review of 17 patients. Br J Ophthalmol 1990; 74: 30.

  2. Fong ACO, Schatz H, McDonald HR et al. Central retinal vein occlusion in young adults. Retina 1991; 11:3.

  3. Magargal LE, Gonder JF, Maher V: Central retinal vein obstruction in the young adult. Trans PA Acad Ophthalmol Otolaryngol 1985; 38: 148.

  4. Lyle TK, Wybar K. Retinal vasculitis. Br J Ophthalmol 1961; 45: 778.

  5. Lonn LI, Hoyt WF. Papillophlebitis: a cause of protracted yet benign optic disc edema. Eye Ear Nose Throat Monthly 45:62, 1966

  6. Hart CD, Sanders MD, Miller SJH. Benign retinal vasculitis: clinical and fluorescein angiographic study. Br J Ophthalmol 1971; 55: 721.