TOMA DE DECISIONES EN OFTALMOLOGÍA


Protocolo de actuación ante una queratouveítis

SAINZ DE LA MAZA MT1

1 Médico Adjunto Consultor. Servicio de Oftalmología. Hospital Clínico de Barcelona. Barcelona.


Ante un paciente con una queratouveítis debemos evaluar la posibilidad de las entidades expuestas en la tabla 1. Entre ellas cabe destacar las causas infecciosas (herpéticas, tuberculosas, sifilíticas, o por borreliosis, leptospirosis o lepra) y las causas autoinmunes (sarcoidosis, enf. de Cogan, enf. del colágeno o vasculitis sistémica). De entre las etiologías más frecuentes, destacan las etiologías herpéticas, ya sean por el virus herpes simplex tipo I (VHS) o el virus herpes varicela-zoster (VHZ). De hecho, la aparición de una uveítis anterior en un ojo con historia previa o actual de queratitis debe considerarse herpética hasta que no se demuestre lo contrario. Sin embargo, si el interrogatorio por aparatos o la exploración del paciente sugiere alguna de las otras entidades se deben realizar las pruebas complementarias apropiadas para descartar o confirmar dichas sospechas diagnósticas.

La afectación ocular secundaria a una infección herpética será casi siempre unilateral aunque existen excepciones en relación a alteraciones inmunológicas o estados de inmunodepresión tales como atopia, rosácea grave, insuficiencia renal grave, etc.

  

CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS DE LA QUERATOUVEÍTIS HERPÉTICA

Queratouveítis por VHS

  

Queratouveítis por VHZ

  

Diagnóstico de la queratouveítis herpética

  

Tratamiento

• VHS:

• VHZ:

Presentamos un caso clínico de una paciente de 51 años con los siguientes antecedentes personales:

Acudió al departamento de oftalmología con queratopatía en banda superficial bilateral principalmente en la zona inferior que le obligaba al porte de lentes de contacto terapéuticas en ambos ojos para evitar el roce (figs. 1 y 2). Además se observó una queratitis estromal (figs. 3 y 4) asociada a una uveítis anterior con 2+ de células y precipitados queráticos no granulomatosos en ambos ojos. También existían unas neovascularizaciones iridianas (figs. 5 y 6) y unas cataratas corticonucleares de 3+ (0-4+) bilaterales, ambas posiblemente secundarias a la inflamación crónica. Ante los antecedentes de inmunosupresión de la paciente y el aspecto clínico ocular se sospechó la posibilidad de una queratouveitis herpética bilateral y se tomaron muestras de humor acuoso para PCR para su confirmación. Las muestras demostraron la detección del ADN del virus herpes simplex tipo I. Tras ello, se comenzó un tratamiento que incluía aciclovir oral (a dosis ajustadas por su insuficiencia renal) y esteroides tópicos. A pesar de explicar a la paciente el riesgo de infección por la utilización de lentes de contacto de porte prolongado, ella prefirió mantenerlas debido a la molestia constante que sentía sin ellas. La paciente encontró gran mejoría con el tratamiento antiherpético lo cual permitió bajar ligeramente la dosis de esteroides tópicos. Al cabo de tres semanas de tratamiento (aciclovir oral y esteroides tópicos) se observó un hipopión en ambos ojos (figs. 7 y 8) que en un principio se etiquetó de herpético y por tanto se aumentaron ligeramente las dosis de aciclovir oral y de esteroides tópicos y se instauró aciclovir tópico. Al cabo de 7 días el hipopión del OD persistía y el hipopión del OI había aumentado (figs. 9 y 10). Debido a ello se tomaron muestras para tinción de gram y cultivos en agar sangre, agar chocolate, y agar de Saboraud a la vez que se suspendieron los esteroides y el aciclovir tópico mientras se mantenía el aciclovir oral, se instauraban antibióticos tópicos reforzados y se retiraban las lentes de contacto de porte prolongado. Los resultados microbiológicos tardaron unos días durante los cuales se observó un franco empeoramiento de la paciente (figs. 11 y 12). Finalmente, el agar de Sabouraud demostró la existencia de Candida species. Tras consulta con el departamento de Enfermedades Infecciosas y en colaboración con el departamento de Nefrología (donde la paciente realizaba su hemodiálisis), se comenzó tratamiento endovenoso con fluconazol asociado a caspofungina. Desde el punto de vista oftalmológico se inició el tratamiento de colirio reforzado de anfotericina B cada hora en ambos ojos a la vez que se efectuó una inyección intracamerular de 5 microgramos de anfotericina B. La paciente presentó una gran mejoría pero al desaparecer el infiltrado corneal bilateral se produjo una perforación corneal en ambos ojos. Ello obligó a la realización de un transplante de córnea bilateral (7 días después del inicio del tratamiento antifúngico) de 8/7,5 mm que cursó con sangrado de iris por la neovascularización, la liberación de las sinequias iridocristalinianas e iridocorneales y la realización de iridectomías periféricas (figs. 13 y 14 para el OD y figs. 15 y 16 para el OI). Se efectuaron 16 puntos sueltos de nylon 10/0 en cada ojo. Se concluyó la cirugía con una nueva inyección intracamerular de 5 microgramos de anfotericina B en cada ojo. Se mantuvo el tratamiento antifúngico con fluconazol y caspofungina durante varias semanas así como el tratamiento antiherpético con aciclovir oral de manera indefinida. La paciente se mantiene estable dos meses después de la cirugía. En el futuro, si no existen complicaciones, se podrá plantear la extracción de las cataratas para conseguir una mayor rehabilitación visual.


Fig. 1: Queratopatía en banda inferior OD en paciente con queratouveítis.


Fig. 2: Queratopatía en banda inferior OI en paciente con queratouveítis.


Fig. 3: Queratitis estromal OD.


Fig. 4: Queratitis estromal OI.


Fig. 5: Neovascularización iridiana OD.


Fig. 6: Neovascularización iridiana OI.


Fig. 7: Hipopión en queratouveítis herpética OD.


Fig. 8: Hipopión en queratouveítis herpética OI.


Fig. 9: Persistencia del hipopión en queratouveítis herpética OD.


Fig. 10: Aumento del hipopión en queratouveítis herpética OI.


Fig. 11: Infiltrado corneal que invade más de la mitad de la córnea con aumento del hipopión en queratouveítis herpética OD.


Fig. 12: Infiltrado corneal que invade más de la mitad de la córnea con aumento del hipopión en queratouveítis herpética OI.


Fig. 13: Transplante de córnea OD en queratouveitis herpética sobreinfectada por Candida species. Persiste pequeo hiphema tras la cirugía.


Fig. 14: Transplante de córnea OI en queratouveítis herpética sobreinfectada por Candida species.

En conclusión esta paciente nos demuestra los siguientes puntos de interés: