TOMA DE DECISIONES EN OFTALMOLOGÍA


Protocolo diagnóstico y terapéutico ante una triquiasis

SAINZ DE LA MAZA MT1

1 Médico Adjunto Consultor. Servicio de Oftalmología. Hospital Clínico de Barcelona. Barcelona.


La triquiasis se define como la alteración en la dirección de crecimiento de las pestañas. Ello puede ocasionar un traumatismo constante en las superficie ocular, ya sea en la córnea o en la conjuntiva y dar lugar a desepitelizaciones, leucomas, o incluso infecciones. Dicha alteración puede afectar a todo el párpado o localizarse en una pequeña zona.

La triquiasis puede tener numerosas causas (tabla 1) entre las cuales destacan las infecciosas como el tracoma y el herpes zoster, las inmunológicas como el penfigoide de membrana mucosa ocular (fig. 1), el sd de Stevens Johnson (fig. 2), la queratoconjuntivitis vernal, y las enfermedades del colágeno (escleroderma, lupus eritematoso sistémico) (fig. 3), las inflamatorias como la meibomitis y la blefaritis crónicas, y las traumáticas como después de una cirugía, o tras quemaduras químicas o témicas. El tratamiento variará según la causa subyacente y puede dividirse en dos grandes categorías: destrucción del folículo piloso (tabla 2) o reposición del folículo piloso (tabla 3). Las técnicas de destrucción del folículo piloso son más adecuadas si la triquiasis está localizada en una pequeña zona y las técnicas de reposición del folículo piloso son más apropiadas si la triquiasis afecta todo el párpado. Según algunos autores, la azitromicina (1 gramo en dosis única) sería efectiva en prevenir la recurrencia de la triquiasis tracomatosa después de la cirugía.


Fig. 1: Triquiasis en penfigoide de membrana mucosa ocular.


Fig. 2: Triquiasis en Sd. Stevens-Johnson.


Fig. 3: Triquiasis en lupus eritematoso sistémico.

  

TÉCNICAS DE DESTRUCCIÓN DEL FOLÍCULO PILOSO

La depilación simple con pestañas a menudo deja el folículo piloso y por tanto es una medida temporal. Cuando vuelva a crecer, la pestaña será corta, fuerte, y por tanto, incluso más irritante. La electrolisis de pestañas puede ser efectiva pero a menudo es dolorosa para el paciente y tediosa para el cirujano (fig. 4). En ocasiones se asocia previamente a una incisión palpebral anterior y paralela a la línea de pestañas triquíticas sin sutura. La congelación de las pestañas y de los folículos puede ser muy efectiva (fig. 5) pero puede haber complicaciones tales como depigmentación de la piel, eritema crónico, muescas en el borde libre palpebral, o incluso activación de un herpes. La ablación de las pestañas y de los folículos por radiofrecuencia (3,8 MHz) es extremadamente efectiva y puede ser realizada fácil y rápidamente en la lámpara de hendidura o con gafas con lupas y anestesia local (fig. 6). La punta del aparato de radiofrecuencia (ejemplo, Ellman TA1, A8 curvada 1/16) se introduce a lo largo de la pestaña hasta alcanzar el folículo. El aparato debe estar programado en corte/coagulación. Tras su realización, se observa la pérdida de tejido alrededor de la zona que posteriormente granulará con mínima cicatrización. La ablación con láser de argón puede ser efectiva pero suele ser tediosa para el paciente y para el cirujano además de bastante costosa. Otros tipos de láser se han probado en casos aislados con relativo buen resultado; éstos son el láser de ruby o el láser de diodo 810 nm. Finalmente, la resección en cuña del segmento palpebral puede ser efectiva aunque se considera demasiado traumática.


Fig. 4: Electrolisis.


Fig. 5: Crioterapia.


Fig. 6: Ablación del folículo con radiofrecuencia de Ellman.

  

TÉCNICAS DE REPOSICIÓN DEL FOLÍCULO PILOSO

Están indicadas si existe una causa anatómica de la triquiasis. En el caso de que exista un entropion, se procederá a su reparación con resecciones evertientes y tiras tarsales. En el caso de que haya una cicatrización de la lamela posterior se puede realizar un transplante de membrana mucosa, un avance tarsoconjuntival, o una fractura tarsal con suturas evertientes.