HISTORIA Y HUMANIDADES


La fascinante invención del sistema de lectura táctil por Louis Braille (1.ª parte)

JIMÉNEZ BENITO J1, LÓPEZ PEÑA MJ2, RODRÍGUEZ MÉNDEZ V1, GRILLO MALLO E1

Complejo Hospitalario de Burgos. Burgos. España
1 Licenciado en Medicina. E-mail: javijimenezbenito@gmail.com
2 Doctor en Medicina. Comple

«... y las personas que tuvieran la desgracia de ser sordos, ciegos y mudos, o que
llegaran a perder estos tres sentidos por algún accidente, estarían encantados de que
hubiese una lengua clara y precisa para el tacto.»

«Carta sobre los ciegos para uso de los que ven» (1749) Denis Diderot


RESUMEN

Louis Braille (1809-1852) nacido en Francia se quedó ciego por un accidente en la infancia. Se considera el inventor del sistema de lectura para el tacto que lleva su nombre, el braille. Este revolucionario sistema ha permitido el acceso de los ciegos a la cultura escrita, por tanto se puede considerar el mayor avance en la historia de los ciegos. La invención del sistema braille tiene como precursor inmediato al alfabeto creado por Charles Barbier de la Serre (1767-1841), militar francés que creó un lenguaje para el tacto pensado para su uso militar y que fuera secreto, Louis Braille modificó este alfabeto que con escasas modificaciones es el vigente en la actualidad en todo el mundo, el alfabeto braille.

Palabras clave: Louis Braille, invención Braille, Braille, escritura táctil.


Louis Braille (fig. 1) es el inventor del sistema de lectura táctil que lleva su nombre, de hecho la palabra braille se encuentra en todos los diccionarios del mundo para describir el sistema de escritura de los ciegos mediante puntos en relieve que son leídos por el tacto.


Fig. 1. Louis Braille. Retrato por Lucienne Filipi.

En la historia de la humanidad los ciegos han sido un grupo social marginado, siendo la mendicidad su trabajo más habitual. El primer paso para salir de la marginalidad es poder tener acceso a la cultura; en la tradición occidental el medio donde descansa el saber de nuestros antepasados está en los libros (fig. 2). El sistema de lectura braille supuso el acceso a la cultura de los ciegos, motivo por el cual existe una profunda devoción y respeto de los invidentes a este ciego ilustre, Louis Braille, a quien le deben la invención de su alfabeto.


Fig. 2. Importancia de los libros y la lectura en la cultura. Detalle del cuadro. Presentación de la Virgen en el Templo (1485), de Pedro Berruguete.

Louis Braille nació el 4 de enero de 1809 en Coupvray (fig. 3) pequeño pueblo agrícola a 30 km de París, y muere el 6 de enero de 1852 con sólo 43 años. El año pasado se celebró el bicentenario de su nacimiento, sorprendentemente pasó desapercibido en los medios de comunicación.


Fig. 3. Casa natal de Louis Braille en Coupvray, Francia.

Hijo del guarnicionero Simón Renato Braille y Mónique Baron era el pequeño de cuatro hermanos. Un accidente en un ojo a la edad de 3 años y posiblemente padeció una oftalmía simpática en el otro ojo que le provocó la ceguera. Su familia le envió con 10 años a la «Institution Royale de Jeunes Aveugles» (Institución Real de Jóvenes Ciegos) en París, donde estudiaban en régimen de internado unos 100 ciegos entre chicos y chicas. Esta escuela para ciegos estaba ubicaba en un edificio vetusto e insalubre, el seminario San Fermín de la congregación religiosa San Vicente de Paul. El internado se trasladó posteriormente a un edificio nuevo situado en el Boulevard de les Invalides, donde mejoraron mucho las condiciones de higiene y habitabilidad.

Louis Braille con 26 años empezó a padecer síntomas de tuberculosis, la enfermedad que le llevaría a la muerte. A partir de los 31 años su salud empeoró dedicándose sólo a impartir clases a alumnos ciegos y trabajando como organista en diferentes conventos. Poco sabemos de la personalidad de Louis Braille, sólo que tuvo una vida modesta, casi monacal, dedicada al estudio y la docencia. Nada se conoce de la vida afectiva de Braille, no estuvo casado ni se conoce de la existencia de relaciones amorosa. Los biógrafos coinciden en afirmar que Louis Braille fue un hombre bueno, profundamente religioso y muy generoso. Durante su vida sólo obtuvo el reconocimiento a la invención de su alfabeto por una minoría, no recibiendo ningún reconocimiento público, sorprendente paradoja de quien inventó el sistema universal de lectura para los ciegos.

Louis Braille falleció el 6 de enero de 1852 a los 43 años por una hemoptisis debida a la tuberculosis que padeció durante muchos años. Fue enterrado en su pueblo natal, en el pequeño cementerio de Coupvray, al lado de su padre y su hermana el 10 de enero de 1852. El 22 de junio del año 1952, con motivo de la conmemoración del centenario de la muerte de Louis Braille se trasladaron los restos de su cadáver al Panteón de Hombres Ilustres de Francia. La solemne ceremonia fue presidida por el entonces presidente de la república francesa M. Vincent Auriol, como último homenaje a este ciego universal creador del sistema de escritura universalmente reconocido para los invidentes. No deja de ser sorprendente este calificativo de «Hombre Ilustre» para un ciego, cuando en la historia las personas ciegas eran cruelmente marginadas por la sociedad. Es una grata noticia que los restos de Louis Braille descansen con los de los Hombres Ilustres de Francia, al lado de Victor Hugo, Voltaire, Russeau, Emile Zola, Pierre y Marie Curie, etc.

  

ORÍGENES E INVENCIÓN DEL SISTEMA BRAILLE

El sistema educativo que existía en la escuela-internado «Institution Royale de Jeunes Aveugles» consistía en la lectura mediante el sentido del tacto de las letras del alfabeto romano escritas en relieve, es decir, un texto repujado con las letras del alfabeto de los videntes. Este sistema pedagógico fue creado por Valentín Haüy (1745-1822) a quien se considera el primer pedagogo de los ciegos, ya que fue la primera persona que se preocupó por la dignidad y educación de los invidentes. Su benemérita intención era adaptar el sistema de lectura de los videntes a los ciegos y para ello utilizaba los caracteres de imprenta del alfabeto latino en relieve. Este sistema pretendía que los ciegos leyesen reconociendo por el tacto las letras ordinarias puestas en relieve y creó un sistema de escritura basado en esta composición tipográfica.

Este sistema de lectura y escritura obtenía muy malos resultados. El abad Carton, director de la escuela de Brujas escribe en 1837 «En París no hay más que tres o cuatro ciegos que sepan leer y escribir», sin determinar si estos ciegos habían visto previamente y conocían la escritura antes de perder la vista. En la enseñanza de la aritmética se utilizaba el mismo sistema, sin embargo, la música no se escribía, aprendiendo las obras musicales de memoria, teniendo presente la importancia de aprender música para los ciegos ya que muchos de ellos se ganaban la vida como músicos.

Existían muy pocos libros escritos con las letras en relieve en la «Institución Real de Jóvenes Ciegos», solamente 14 obras, que además eran de poca utilidad práctica, lo que originaba comentarios sobre los ciegos «Son mendigos que saben latín y geometría...», siendo muy probable, que dada la escasez de obras, los alumnos de tanto leerlas y releerlas «...las aprendieran de memoria», según relatan cronistas de la época.

Louis Braille fue un alumno brillante tanto en los trabajos intelectuales como en las habilidades manuales, consiguiendo ser un músico apreciado. Louis Braille se convirtió en profesor de la escuela-internado donde enseñaba a alumnos ciegos. Las actas del colegio le describen como buen docente y muy poco partidario de los castigos corporales, muy frecuentes en aquellos tiempos, según relatan sus compañeros y biógrafos de su tiempo Pignier y Coltat.

El primer sistema de lectura táctil fue creado por Francesco Lana Terzi (1631-1687), jesuita italiano que en la obra publicada en 1670 «Prodromo overo saggio di alcune invenzione nuove», en el capítulo II que lleva por título «De qué modo un ciego de nacimiento puede no sólo aprender a escribir, sino también a ocultar sus secretos bajo un cifrado y a comprender la respuesta bajo el mismo». La trascendencia del sistema ideado por Lana es la invención de un sistema de lectura no basado en el de los videntes.

El sistema de lectura táctil conocido como braille tiene su inmediato precursor en el capitán de artillería Charles Barbier de la Serre (1767-1841). Persona de vida aventurera, cuando estalló la Revolución francesa emigró a América trabajando de agrimensor, y es posible que llegara a convivir con los indios pieles rojas. Posteriormente regresa a Francia y se interesa por la escritura rápida y secreta, para uso militar y diplomático. En el siglo XIX Francia es un país en guerra y hay que informar con celeridad y discreción. En 1808 publica «Cuadro de expediografía», y en 1809 «Principios de expeditiva francesa para escribir tan rápidamente como se habla», en este folleto describe un procedimiento que llama de «...escritura cortada para suplir pluma o lápiz y hacer varias copias a la vez sin trazar letras». Barbier quería inventar un sistema de escritura tangible que se pudiera redactar en la oscuridad, con pocos medios, hacer varias copias a la vez y que se pudiera descifrar en la oscuridad usando el tacto. El sistema ideado por Barbier permitía usar diferentes plantillas para que fuera secreto y así poder escribir información diplomática o militar confidencial. Este sistema ideado por Barbier no estaba pensado para uso de los ciegos.

El alfabeto Barbier data de 1822 y consiste en una matriz de dos líneas paralelas de seis puntos cada una que puede generar todos los signos del alfabeto (fig. 4). También idea una regleta de escritura que con pequeñas modificaciones es la usada por Louis Braille. En 1823 Barbier escribe al secretario de la «Institution Royale de Jeunes Aveugles» para hacer una prueba de lectura y escritura con su sistema, en la que participan ciegos y se comprueba las enormes ventajas del nuevo sistema para los invidentes. Era evidente la superioridad psicológica y de elaboración mental del punto en relieve sobre el alfabeto latino en relieve o repujado que se utilizaba para la lectura en las personas ciegas. El sentido del tacto reconoce el signo sencillo del punto en relieve mucho mejor que el complejo alfabeto de los videntes formado por líneas rectas y curvas.


Fig. 4. Alfabeto creado por Barbier, precursor del alfabeto Braille.

Destacamos que la escritura de Barbier es una escritura fonética. Barbier tuvo el gran mérito de crear unos caracteres no hechos para la vista, pero tenía el inconveniente que no era ciego, lo que le dificultó entender la psicología de los invidentes y por tanto poder perfeccionar su sistema. El sistema ideado por Barbier tiene las características:

Reconociendo la gran importancia del método Barbier, tiene el inconveniente que su sonografía no sirve para dictados ortográficos ni deberes de cálculo y hay que recordar que la «Institution Royale de Jeunes Aveugles» es una escuela. Además, los doce puntos colocados de modos diferentes generan 4.069 combinaciones, número excesivo para un alfabeto, que hace muy difícil recordar todas las posiciones. La gran aportación de Barbier es descubrir que el punto en relieve es lo que satisface la exigencia de la escritura táctil, así como la creación de un rectángulo generador del alfabeto, alejado todo ello de la letra en relieve que era una adaptación del alfabeto de los videntes. De hecho, en un informe de la Academia de Ciencias en la cual Barbier presentó su procedimiento de escritura lo califican de «La escritura ordinaria es el arte de hablar a los ojos, la escritura ideada por el señor Barbier es el arte de hablar al tacto» (fig. 5). Pensamos que es justo y honrado reconocer que sin la creación del sistema Barbier es muy posible que no existiera el braille.


Fig. 5. Órganos de la vista y el tacto. Ojo y mano impresos en la Enciclopedia de Diderot y D'Alembert (1751-1772).

En este contexto es donde se origina el sistema de lectura y escritura de Louis Braille. De hecho Braille empezó con tímidas y prudentes sugerencias a Barbier para mejorar su sistema, pero no es fácil la colaboración con el capitán Barbier posiblemente por los siguientes motivos:

El reconocimiento de la herencia recibida de Barbier por Louis Braille queda escrito, con inusual y ejemplar honradez, en las dos ediciones publicadas durante su vida, en las cuales expone su sistema de escritura. En la primera edición de 1829 y la segunda de 1837 deja escrito Louis Braille: «Y si hemos tenido la suerte de haber podido hacer algo útil para nuestros compañeros de infortunio, siempre nos complacerá repetir lo agradecidos que estamos al señor Barbier, quien primero ha inventado un procedimiento de escritura por medio de puntos para uso de ciegos...».

En 1825, Louis Braille con tan solo 16 años tiene el sistema de escritura táctil hecho en lo esencial, siendo publicado en 1829 «Procédé pour écrire les paroles, la musique et la plain-chant au moyen de points, a l’usage des aveugles et disposés pour eux» par L. Braille («Procedimiento para escribir las palabras, la música y el canto llano por medio de puntos, para uso de ciegos y dispuestos por ellos»), aunque escrito en relieve lineal se considera el acta de nacimiento del sistema Braille.

Sin embargo, como todas las nuevas ideas, no es suficiente con imaginar y proponer, sino hay que someterlo a la experiencia. El sistema braille se basa en la distribución de 6 puntos dispuestos en dos hileras verticales de 3 puntos, lo que permite la creación de 64 combinaciones, más que suficientes para un alfabeto. Cada letra tiene asignado unos puntos determinados, siendo la distribución de estos puntos para cada letra una abstracción de una persona ciega, no es una combinación matemática al azar.

Para elaborar su alfabeto, Louis Braille no tenía más que sus dedos como instrumento de investigación de las imágenes espaciales, además de su admirable intuición para descubrir lo que convenía al tacto para crear imágenes espaciales. La genialidad de Louis Braille fue la de actuar, sin saberlo, como primer psicólogo de la edificación de las estructuras táctiles. Descartó todo signo que pudiese prestarse a confusión, y sólo conservó para formar su serie fundamental las combinaciones que originaban debajo del dedo imágenes claras, así el rectángulo de 6 puntos generador del alfabeto está perfectamente adaptado a las necesidades del tacto. Cualquier modificación en la celda braille, un punto más en anchura o altura o cambiar la distancia entre los puntos, haría el signo menos legible/tangible.

En la segunda edición, en 1837, de su «Procédé pour écrire...», el sistema ha mejorado simplificándose, p.ej. eliminando el signo del relieve de la raya, dejando solamente tipografía de puntos en relieve. En este texto de 1837 queda definido el alfabeto, los números, los signos ortográficos y la notación musical, y es en lo esencial muy similar al sistema braille actual (fig. 6). El signo de letra mayúscula no fue ideado por Braille, sino por sus sucesores, es un signo que al estar delante de la letra la hace mayúscula.


Fig. 6. Alfabeto braille actual.

La invención de la lecto-escritura con puntos en relieve, llamada en sus inicios angioliptográfica, supone para los ciegos un acontecimiento de enorme importancia histórica, es el mayor hito en la historia de la ceguera. Acceder al universo de los libros permite el privilegio de acceder a la cultura que durante siglos les ha sido vetado a los invidentes, y es el herramienta más valiosa para poder salir de la marginalidad en la que han vivido durante siglos.

Louis Braille que fue la probidad en persona. Ya hemos comentado que escribe en cada una de las dos ediciones de la exposición de su sistema de escritura su agradecimiento a Barbier, sin mencionar sus profundas e ingeniosas aportaciones, que lo alejaban de lo ideado por Barbier. No obstante, es muy posible que si no hubiera sido Louis Braille alguien hubiera perfeccionado el sistema creado por el capitán Barbier. Los defensores de Louis Braille piensan que Braille hizo mucho más que perfeccionar el sistema, ya que modificó el fundamento inherente del sistema e inventó un sistema de lectura para los ciegos. Por tanto, si a Louis Braille no se le debe todo, sí se le debe lo mejor. El biógrafo Pignier escribe «..modificar así las cosas no es perfeccionar sino inventar». Louis Braille creó con 6 puntos un alfabeto completo equivalente al de los videntes, una notación matemática elemental, una notación musical e incluso una estenografía.

La gran revolución de la creación de la lectura táctil fue cambiar el principio pedagógico para los ciegos establecido por Valentín Haüy, quien es considerado el primer maestro de los ciegos, en su «Essai sur l’éducation des aveugles» «Es menester aproximar en todo lo posible el ciego al vidente». Los ciegos necesitaban un sistema de lecto-escritura sin analogía con el de los videntes, necesitan su propio lenguaje. Por otra parte, puede existir con Louis Braille el llamado «complejo de la minoría». Los ciegos se pueden haber apropiado la personalidad de Braille, incluso haberla engrandecido y haciendo de ella un mito para su orgullo. El mayor acontecimiento en la historia de la ceguera, como es la creación de un sistema de lectura adaptado a su discapacidad, lo quieran atribuir a un invidente, al fin y a la postre, uno de los suyos.

Hay que insistir que el lenguaje braille está pensado para los invidentes, por lo cual su aprendizaje es más sencillo de lo que nos puede parecer, ya que el punto en relieve es reconocido inmediatamente creando representaciones espaciales automáticas en el cerebro del invidente; es un sistema nuevo creado para unas necesidades especiales.

Los dos grandes inconvenientes del sistema braille son el espacio que ocupa y la lentitud de lectura y escritura, problemas clásicos del braille que se han solucionado en gran medida con la incorporación de la tecnología informática.

En el siguiente número de la revista Studium Ophthalmologicum comentaremos la expansión del sistema Braille, los problemas y dificultades que tuvo hasta convertirse en un sistema de lectura y escritura universal.


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