TOMA DE DECISIONES EN OFTALMOLOGÍA


Fármacos antioxidantes en el tratamiento del ojo seco

SAINZ DE LA MAZA MT1

1 Médico Adjunto Consultor. Servicio de Oftalmología. Hospital Clínico de Barcelona. Barcelona.


Diversos estudios epidemiológicos demuestran que más de un 6% de la población por encima de los 40 años y más de un 15% de la población por encima de los 65 años padecen un síndrome de ojo seco. La mayoría de estudios encuentran una mayor prevalencia con la edad y en las mujeres, por lo tanto el sector de población más afectado sería el de las mujeres post-menopáusicas.

El Síndrome de ojo seco según el «Subcomité de definición y clasificación del taller internacional sobre ojo seco 2007» (DEWS 2007) se define como «una enfermedad multifactorial de la película lagrimal y la superficie ocular que causa síntomas de malestar, trastornos visuales e inestabilidad de la película lagrimal con daño potencial en la superficie ocular. Va acompañada por un incremento en la osmolaridad de la película lagrimal e inflamación de la superficie ocular».

Esta inflamación de la superficie ocular aparece sin un estímulo desencadenante claro a partir de la presentación del antígeno vía activación de las moléculas de histocompatibilidad tipo II que dará lugar a la activación de los linfocitos CD4 y su posterior secreción de citoquinas tales como la TNFa, IL-1b, etc. (fig. 1).


Fig. 1. Inmunopatología del ojo seco.

Dentro del tratamiento del ojo seco (Panel Delphi), sabemos que en el estadío 2 (síntomas de moderados a graves), se aconsejan los lubricantes sin conservantes, los secretagogos, y los antiinflamatorios tales como los esteroides tópicos sin conservantes, la ciclosporina tópica, y los antioxidantes sistémicos (fig. 2). Vamos a extendernos más en estos últimos.


Fig. 2. Tratamiento del ojo seco (Panel Delphi).

Los antioxidantes constituyen ácidos grasos esenciales, denominados así porque no son producidos por el organismo y sólo se pueden obtener a partir de la dieta. Existen dos grandes grupos, los omega-3, de características antiinflamatorias, y los omega-6, de características inflamatorias. Dentro de los omega-3 los más importantes son el ALA (ácido alfalinoleico), el EPA (ácido eicosapentaenoico), y el DHA (ácido docosahexaenoico). Dentro de los omega-6 los más importantes son el LA (ácido linoleico), el GLA (ácido gammalinoleico), el DGLA (dihomogammalinoleico), y el AA (ácido araquidónico).

La cascada de los omega-3 llega a producir prostaglandina E3 y leucotrieno B5, ambos con características antiinflamatorias (fig. 3). Además el EPA bloquea el paso de el DGLA a AA, evitando así la producción de prostaglandina E2 y leucotrieno B4, ambos con características inflamatorias. Ello también da lugar a que aumente la producción de prostaglandina E1 a partir del DGLA, con características antiinflamatorias. Así pues una proporción correcta de omega-6/omega-3, aproximadamente 2.3/1 es la recomendada para conseguir un estado antiinflamatorio (figs. 4-6).


Fig. 3. Metabolic Pathways of Omega-3 and Omega-6 Fatty Acids.


Fig. 4. Equilibrio anti-ínflamatorio con ácidos grasos esenciales.


Fig. 5. Características del ácido graso Omega-3.


Fig. 6. Características del ácido graso Omega-6.

Los alimentos ricos en omega-3 son diferentes tipos de pescados (fig. 7) así como ciertos frutos secos, ciertas verduras, linaza, y alubias (fig. 8).


Fig. 7. Alimentos ricos en Omega-3.


Fig. 8. Otros alimentos vegetales ricos en Omega-3.

En estudios efectuados se observó que los pacientes con dietas altas en omega-3 tenían un 20% menos de posibilidades de tener un síndrome de ojo seco que los pacientes con dietas bajas en omega-3. Además, las mujeres con una dieta de aproximadamente 5 raciones de atún a la semana tuvieron 68% menos de posibilidades de tener un síndrome de ojo seco que las mujeres con una ración a la semana.

Así pues, los ácidos grasos esenciales (omega-6: omega-3 2.3:1), ya sea a partir de la dieta o a partir de los suplementos nutricionales, pueden ser efectivos como tratamiento coadyuvante junto a otras medidas terapéuticas en el síndrome de ojo seco.