CAPÍTULO 19

OJO SECO HISTÉRICO

Miguel-Leonardo Naveiras Torres


   
  Ocasionalmente, el histerismo puede influir en los cuadros de ojo seco. Según la descripción hecha por Borel en 1894, la histeria traumática monosintomática puede afectar al ojo, causando de forma independiente eritropsia, hemieritropsia, astigmatismo espástico, diplopia monocular, estrabismo espástico, nystagmus, midriasis, epífora acompañada de hemiparesia facial, o hemiespasmos óculo-gloso-labiales. También, el efecto de la histeria puede actuar sobre el sistema de producción lacrimal y producir acciones antagónicas de hipolacrimación y de hiperlacrimación, que pueden manifestarse siempre de igual forma (siempre hiperlacrimación o siempre hipolacrimación) o aparecer ambas formas sucesivamente en situaciones distintas.

De los tres tipos de lacrimación basal, refleja y emocional es la última la más afectada por la hipolacrimación histérica, debido a la naturaleza psicopatológica de la dolencia.

El ojo seco histérico puede manifestarse en un individuo previamente sano, pero es más frecuente que aparezca en una persona que ya padece una xeroftalmía, cuyos síntomas subjetivos se agravan, e incluso cuya secreción lacrimal disminuye y sus signos objetivos también empeoran.

La hiposecreción puede ser la única manifestación de la histeria, pero habitualmente este no es el caso, y el ojo seco queda incluido en un cuadro más amplio de cefaleas, dolores ováricos, bulimia o inapetencia, etc.

La intensidad de la hipolacrimación puede ser ligera, media e intensa; pero nunca es tan intensa como para eliminar completamente la producción de lágrimas (Borel 1900, García Mansilla 1907). En este caso se produciría una queratodistrofia, pero este cuadro sintomático nunca se ha descrito por el ojo seco histérico.

La hiposecreción lacrimal histérica afecta en la mayoría de los casos a ambos ojos, pero a veces sólo a uno. Generalmente se acompaña de otros síntomas, tales como cefaleas, dolores ováricos.

El ojo seco histérico aparece en pacientes con personalidad histérica, y es por ello más frecuente en mujeres (recordemos que la voz histeria procede del griego hystéra, útero). La mayor prevalencia del ojo seco en mujeres se pensó pudiese tener un componente histérico, cosa que hoy no se cree sea así, sino que está en relación con su situación hormonal. Borel 1894 describió la hipolacrimación histérica en ambos sexos, pero manifestó que las manifestaciones histéricas en las mujeres suelen ser plurisintomáticas, y el ojo seco es un síntoma más entre otros síntomas, mientras que en el hombre el ojo seco es más frecuentemente la única manifestación del cuadro histérico.

Aunque lo siguiente no pertenezca al cuadro de la histeria, recordemos que las influencias psíquicas tienen gran influencia en el llanto emocional, y que puede llegarse a inhibir el llanto emocional tanto por un hábito cultural como por un entrenamiento personal. García de la Torre 1980 describió que las comunidades de las cábilas de Beni-Ammar, Telata de Ben-Ider y Arba de Beni-Hassan (Marruecos) y de indios de Aripao, en la cuenca del Caura (Bolívar, Venezuela), prácticamente no lloran emocionalmente nunca, por ser educados así desde la infancia.