CAPÍTULO 12
USUARIOS DE DROGAS POR VÍA PARENTERAL

Dres. José I. Belda, Rafael Martínez-Costa y Manuel Díaz

12.1. INTRODUCCIÓN

12.2. CULTURA SUBURBANA Y FACTORES DE RIESGO

12.3. CÓMO DISMINUIR EL RIESGO DE TRANSMISIÓN ENTRE UDVP

12.3.1. Prevención de la transmisión individual
12.3.2. Disminuir el consumo de drogas intravenosas

12.4. PROGRAMAS DE PREVENCIÓN: DROGODEPENDENCIAS EN ATENCIÓN PRIMARIA



12.1. INTRODUCCIÓN

Los usuarios de drogas por vía parenteral (UDVP) que comparten el material de inyección infectado, constituyen el colectivo más afectado por la epidemia VIH en España, ya que aproximadamente el 65% de los casos transmitidos en nuestro medio pertenecen a este grupo de riesgo (1,2,3).

Por sus especiales características, constituyen un grupo difícil de estudiar epidemiológicamente, y las cifras de frecuencia que se barajan normalmente suelen estar infravaloradas.

Por otro lado, el uso de drogas por vía parenteral está relacionado con el 80% de los casos de trasmisión por vía heterosexual (un miembro de la pareja es UDVP o ha tenido relaciones con un UDVP -prostitución, etc.-). De ahí que las intervenciones preventivas deban dirigirse prioritariamente al colectivo de los UDVP.

 

12.2. CULTURA SUBURBANA Y FACTORES DE RIESGO

La existencia de un entramado social entre los UDVP es la base para mantener la estructura de traficantes y distribuidores de droga. Todos estos individuos comparten una serie de valores, argot y reglas comunes. El valor principal es «colocarse» y la base para conseguir un estatus elevado en el grupo es la habilidad para obtener y utilizar grandes cantidades de droga de calidad, minimizando las consecuencias adversas sociales, legales y de salud que este uso comporta.

Existen además muchas cuestiones sociales que llevan a la incorporación a estos grupos marginales, como la pobreza, el paro juvenil, la orfandad, la falta de estabilidad familiar, el bajo grado de escolarización, la delincuencia, el antecedente de prisión, etc. (tabla 1) De hecho, el SIDA es cada día más una enfermedad de colectivos pobres y marginados. En EE.UU. las «shooting galleries» son lugares donde el UDVP puede alquilar el equipo necesario para inyectarse a bajo coste, devolverlo al propietario, que lo vuelve a alquilar a otro usuario, por lo que el VIH puede ser transmitido a muchos individuos, que ni siquiera se conocen entre ellos (4). Estos centros son más frecuentados por individuos de raza negra e hispana, de ahí la mayor prevalencia de la enfermedad en estos grupos (3).

De igual forma, también se comparten las jeringuillas en los centros penitenciarios.

Los individuos que utilizan cocaína por vía intravenosa se infectan más que los heroinómanos, probablemente porque se administran la droga más veces (5).

 

12.3. CÓMO DISMINUIR EL RIESGO DE TRANSMISIÓN ENTRE UDVP

Las actuaciones para conseguir disminuir la transmisión del VIH entre UDVP pueden encaminarse en dos vertientes: prevención de la transmisión y disminución del consumo de drogas intravenosas (tabla 2).

 

12.3.1. Prevención de la transmisión individual

Una de las medidas más generalizadas en todo el mundo para prevenir la transmisión del virus entre UDVP ha sido facilitar la adquisición de agujas y jeringuillas estériles, para evitar que se compartan. Incluso en nuestro medio (País Vasco) se ha diseñado un kit «Anti-SIDA» (jeringuilla + preservativo) que está a disposición de los usuarios en las farmacias, y que pretende evitar la infección por esta vía y fomentar el uso del preservativo entre los UDVP con el fin de disminuir el riesgo de transmisión sexual.

Estas medidas tienen como contrapartida que pueden incrementar el número de drogadictos, ya que desaparecen los impedimentos hasta hace poco presentes y pueden llevar a la interpretación de la drogadicción como un hecho socialmente aceptable. Es recomendable por tanto, que el reparto de jeringuillas se realice de modo confidencial a los UDVP, sin descuidar la insistencia en la deshabituación y la información sobre la transmisibilidad por vía sexual (3).

 

12.3.2. Disminuir el consumo de drogas intravenosas

Podemos ayudar al paciente a que cambie sus hábitos de drogadicción, aconsejándole que no utilice la vía parenteral para el consumo de la droga (por ejemplo inhalación...). Otra forma más eficaz es convencer al paciente para que deje la droga, para lo cual es necesario la existencia de centros de deshabituación de drogadictos (del estilo de «Proyecto Hombre» que existe en nuestro medio).

Pero la mejor prevención que podemos realizar es la primaria, evitando el inicio en el consumo de la droga. Esta sería la piedra angular en la disminución de la trasmisión por esta vía. Para ello es necesario realizar campañas orientadas a la población general, a grupos de riesgo y al individuo. A pesar de las dificultades de alcance de estas campañas para los grupos marginales, tienen cierto impacto y han conseguido que en los últimos años en España haya disminuido la tasa de infección por VIH en drogadictos (5,6).

 

12.4. PROGRAMAS DE PREVENCIÓN: DROGODEPENDENCIAS EN ATENCIÓN PRIMARIA

Es necesario insistir en la importancia de la asistencia médica y prevención de las drogodepencias desde unidades de atención primaria. Existen muy pocas unidades de asistencia especializada para drogodependientes, y éstos son atendidos de forma muy variada en Centros de Salud Mental, Hospitales públicos y privados. Por otro lado hay una gran diversidad de programas asistenciales y disparidad en la formación de los equipos, con lo cual los resultados no pueden ser comparados.

En nuestro entorno (Comunidad Valen-ciana) se está llevando a cabo un programa de atención al drogodependiente, que permite conocer el perfil del paciente y las características del grupo en nuestra zona: inicio a edad temprana con drogas ilegales, escalada progresiva y baja prevalencia (20%) de seropositividad para VIH (7). Estos equipos permiten una acción más directa sobre el UDVP, aplicando sobre ellos las estrategias antes mencionadas para prevenir la transmisión del VIH.


BIBLIOGRAFÍA

  1. Delgado A. Manual SIDA. OMC. Ed. BOAN. Bilbao. 1993
  2. Vall M, Miret M, Casabona J. Epidemiología de la infección por el VIH. Mecanismos de Prevención. Med Integral 1994;23:271-279
  3. Soriano V, Leal M. Estrategias para la prevención de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana. Rev Clin Esp 1995;195:701-707
  4. Friedman SR, Des Jarlais DC, Neaigus A. AIDS among drug injectors: The First Decade. En: AIDS: Etiology, Diagnosis, Treatment and Prevention. DeVita VT, Hellman S, Rosemberg SA et al (Eds). 3rd ed. Philadelphia JB Lippincott Company. 1992 pp 453-461
  5. Schoembaum E, Hartel D, Friedland G. HIV infection and intravenous drug use. Curr Opin Infect Dis 1990; 3:80-93
  6. Muga R, Egea J, Tor J, et al. Desciende la infección por el VIH en drogadictos intravenosos de Barcelona: 1987-1993. Med Clin (Barc) 1994; 567-570
  7. Carrera V, Sevilla T, Albein W, García JA. Asistencia y prevención de drogodependencias en atención primaria. Atención Primaria 1992; 9:483-486

 

 

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