CAPÍTULO 15
VACUNAS

Dres. José I. Belda, Rafael Martínez-Costa y Manuel Díaz

15.1. INTRODUCCIÓN

15.2. ESTADO ACTUAL DE LAS INVESTIGACIONES

15.2.1. Vacuna VIS
15.2.2. Vacuna VIH

15.3. EXPECTATIVAS FUTURAS



15.1. INTRODUCCIÓN

Las noticias sobre la epidemia global del SIDA son malas, pues la infección continúa extendiéndose de forma inexorable a pesar de las medidas preventivas. La OMS calcula que existen actualmente unos 4 millones de casos de SIDA en todo el mundo y 12-16 millones de individuos pueden estar infectados por el VIH. El arsenal terapéutico contra la infección sigue siendo muy limitado, y no aparecen nuevos fármacos con mejores expectativas que los ya existentes.

El objetivo de muchos equipos de investigación en todo el mundo es conseguir «la piedra filosofal» para combatir la pandemia: una vacuna eficaz. Por desgracia, estos esfuerzos materiales y humanos han sido vanos hasta la fecha, puesto que la mayoría de estos estudios han fracasado, siendo abandonados en distintas fases por falta de resultados positivos.

 

15.2. ESTADO ACTUAL DE LAS INVESTIGACIONES

Existen varias líneas de investigación en la búsqueda de una vacuna efectiva para combatir la infección del VIH: por un lado se está estudiando el mecanismo de la infección del virus de la inmunodeficiencia de los simios (VIS), que afecta sólo a primates, muy similar al VIH. Otras líneas se han centrado en el estudio directo de VIH. Describimos a continuación los avances conseguidos hasta la fecha.

 

15.2.1 Vacuna VIS

La ventaja de trabajar sobre primates en un modelo de infección SIDA-like como el que produce el VIS ha hecho que numerosos investigadores hayan concentrado sus esfuerzos en encontrar una vacuna efectiva para este virus y luego, por analogía, aplicar estos conocimientos a la búsqueda de la vacuna para el VIH.

Los primeros estudios se realizaron mediante vacunas inactivadas (virus muertos o inactivados por distintas sustancias) que fueron inyectadas a macacos Reshus, consiguiéndose en la mayoría de los experimentos protección contra la infección que, sin embargo, no se correlacionaba con los títulos de anticuerpos neutralizantes frente al VIS (1). Estos experimentos pueden ayudar a conocer el mecanismo por el que se produce la inmunidad en esta infección.

Una de las posibilidades más brillantes en este campo es la que estudia una clona del VIS (VISmac239) con una delección en la región nef que atenuaba la virulencia de la infección (aumentando la supervivencia de los monos Reshus infectados). Si se emplea uno de estos virus atenuados como vacuna viva previamente a la inoculación de una cepa virulenta se comprueba que se ha producido un efecto protector y que no se produce infección. Aunque los resultados de este estudio aún son preliminares y el número de animales en estos experimentos es pequeño, suponen un gran avance para los que intentan desarrollar vacunas contra el VIH (2). Aunque la idea de emplear estas vacunas en monos ya infectados resulta la más atractiva, los resultados han sido desalentadores, ya que los animales parecen resistentes a la infección del virus de la vacuna.

El problema de la utilización de una vacuna de virus vivos es el peligro de que se produzca una reversión de la virulencia de éstos una vez inoculados, o una mutación, induciendo el SIDA en un paciente previamente sano. No obstante, es necesario continuar esta línea para obtener una vacuna -aunque sea de virus vivos- lo antes posible.

También se ha utilizado la envoltura del virus y algunas proteínas del core con el fin de conseguir vacunas de componentes específicos. Sin embargo los resultados obtenidos en esta línea han sido menos satisfactorios que los que utilizan vacunas inactivadas o atenuadas.

 

15.2.2 Vacuna VIH

Hasta la fecha, el VIH-1 sólo infecta al hombre y a los chimpancés, por lo que los estudios de eficacia de las vacunas deben realizarse en estas dos especies.

En los chimpancés el VIH-1 infecta al animal, pero no produce la enfermedad. Por otro lado, el número de chimpancés disponibles para investigación es muy limitado, por lo que los experimentos deben realizarse con muy pocos animales. Hasta la fecha se han realizado estudios con vacunas de virus inactivados, componentes virales y combinaciones de ambas, y ninguna de éstas ha demostrado producir inmunidad suficiente frente al VIH-1. Sin embargo, cuando se han utilizado péptidos que representan el dominio principal de neutralización (DPN), una importante región funcional del virus, se produce como respuesta una cantidad substancial de anticuerpos neutralizantes que proporcionan protección al animal. El inconveniente es la hipervariabilidad que presenta este dominio, que se da incluso en el mismo individuo, y que impide que esta técnica pueda ser utilizada por el momento como vacuna.

Los ensayos clínicos de vacunas en humanos son escasos, y se han realizado en voluntarios sanos y en pacientes portadores del VIH. El propósito de estos ensayos es investigar la inmunogenicidad y toxicidad de estas vacunas en un número pequeño de sujetos como un paso previo obligatorio para ensayos mayores. Se han probado vacunas de virus inactivados, de componentes virales y combinaciones de ambas. Los resultados por el momento son irrelevantes desde el punto de vista inmunológico, ya que la actividad neutralizante obtenida ha sido escasa.

En los pacientes ya infectados con el virus puede ser beneficioso el conseguir una respuesta inmune específica, aunque los resultados tampoco son concluyentes.

En resumen, los resultados obtenidos hasta la fecha son incompletos y no permiten albergar esperanzas de que en un futuro próximo podamos contar con una vacuna eficaz.

 

15.3. EXPECTATIVAS FUTURAS

La opinión de los expertos en cuanto al plazo de aparición de una vacuna eficaz es unánime: aún faltan muchos años para que sea posible.

La posibilidad de obtener una vacuna para el VIH a corto plazo es una utopía puesto que se desconoce la mayoría de los mecanismos que intervienen en la replicación del virus. El VIH es capaz de evadir la respuesta humoral y celular normal, por eso, la presencia de anticuerpos contra el VIH no es sinónimo de protección frente al virus. Por otro lado, la alta tasa de mutabilidad del VIH hace que se enmascaren las respuestas inmunológicas y que no se produzcan anticuerpos neutralizantes ni células citotóxicas.

La aparición de nuevos subtipos del VIH, como el subtipo O todavía dificulta más la obtención de esa vacuna.

Los esfuerzos actuales se centran en:

1. Estudio del sistema inmune y del genoma viral de los pacientes con SIDA y supervivencias altas (más de 5 años).

2. Estudio del sistema inmune del grupo de prostitutas africanas (Nairobi, Gambia) que pese a estar expuestas de forma permanente al VIH no han resultado infectadas. Estas mujeres aparentemente inmunes tienen niveles elevados de células T citotóxicas dirigidas contra el VIH. La existencia de estas células confirma que hubo exposición al VIH, pero éste fue combatido eficazmente (3). Simular esta respuesta con una vacuna no viva es el camino más racional que deben seguir las investigaciones, y el éxito de estos esfuerzos podría aumentar enormemente las perspectivas de lograr una vacuna eficaz y aplicable de forma universal.

3. La combinación de varias vacunas, que actuasen por distintos mecanismos, podría evitar la variabilidad genética del VIH, produciendo así mayor efectividad.


BIBLIOGRAFÍA

  1. Gardner MB, Stott J. Progress in the development of simian immunodeficiency virus vaccine: A review. AIDS 1990;4 (suppl 1):S137
  2. Beale J. ÀUna vacuna atenuada para el SIDA?. Lancet (Esp) 1995;27:212-213
  3. Rowland-Jones S, Sutton J, Aiyoshi K, et al. HIV-specific cytotoxic T-cells in HIV-exposed but uninfected Gambian women. Nature Med 1995;1:59-64

 

 

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