ARTÍCULOS ORIGINALES

Tratamiento del blefarospasmo esencial con toxina botulínica

Dres. Asensio Sánchez VM, Bueno Conde E

Servicio de Oftalmología. Hospital INSALUD. Medina del Campo. Valladolid.


Introducción

El blefarospasmo es un movimiento involuntario de cierre de los párpados, que puede ocurrir espontáneamente es el conocido como blefarospasmo esencial, y al cual nos referiremos o puede ser producido por un estímulo es el blefarospasmo reflejo (1).

El mecanismo patofisiológico del blefarospasmo es poco conocido (2) y ha sido tratado por diferentes especialidades médicas y quirúrgicas, por lo que existen múltiples tratamientos, cada uno relacionado con una especialidad (3,4). Actualmente con la toxina botulínica A (TBA) es posible manejarlo con éxito (3,5).

El uso de TBA en oftalmología no es nuevo, fue utilizado por A. Scott en estrabismos y posteriormente se ha ampliado sus indicaciones para el blefarospasmo (3,5,6).

Se ha realizado un estudio prospectivo en 9 pacientes que fueron tratados con TBA por blefarospasmo esencial.

 

Material, método y pacientes

Se han incluido en este estudio 9 pacientes con el diagnóstico de blefarospasmo esencial, sin alteraciones neurológicas comprobadas por exploración y TAC. La tabla I muestra los datos de la población estudiada.

En todos los pacientes se realizó un estudio oftalmológico completo y se examinaron los músculos frontal, glabelar, orbicular, así como la posible participación de otros músculos del cuello y de la cara.

La TBA era preparada por el Servicio de Farmacia momentos antes de la inyección; cada paciente recibía tres inyecciones en una sesión, una en el párpado superior encima de las cejas, la segunda en el canto lateral y la tercera en el área glabelar.

En cada sesión se aplicaba subcutáneamente la TBA con aguja de 25 G y dosis entre 70 y 125 unidades. A medida que el estudio progresaba y la necesidad de otra inyección era evidente, las dosis variaban (tabla II). 6 pacientes recibieron 6 series de inyecciones; 2 pacientes recibieron 5 series; 1 paciente recibió 9 series de inyecciones. El tiempo de seguimiento en todos los casos fue de 13 meses (tabla III).

En el estudio estadístico se realizó la t de Student y se completó con una regresión lineal para comparar relaciones estadísticas.

 

Resultados

Todos los pacientes mejoraron su situación clínica, que empezó a manifestarse a las 48 horas en el 100% de los casos.

En 6 pacientes la mejoría inicial después de la primera dosis cedió a los 60 días; en dos pacientes a los 72 días y en 1 paciente a los 40 días (tabla III). La mayor disminución de la sintomatología asociada ocurrió en 7 pacientes con las 2 primeras sesiones, mientras que en los otros dos pacientes la mejoría se manifestó en la tercera serie de inyecciones.

En la tabla II se recoge el total de la dosis de TBA utilizada en cada paciente. No existe una significación estadística entre la dosis utilizada y el período sin sintomatología (p=0,56).

El porcentaje de pacientes que desarrollaron efectos secundarios fue bajo, en un caso (11%) se produjo ptosis palpebral a las 12 horas, aumentando a ptosis total a las 48 horas, siendo su recuperación en tres semanas, en 2 pacientes (22%) se desarrollaron síntomas de ojo seco.

 

Discusión

Entre las disquinesias faciales está el blefarospasmo esencial, cuya etiología permanece todavía oscura pero que actualmente se asocia a degeneración más o menos precoz de los ganglios basales (1,2); es un proceso que causa elevada morbilidad e incomodidad a los pacientes alterando su vida cotidiana, empezando de un modo insidioso y aunque está descrito a cualquier edad, su rango de mayor frecuencia es entre los 45 y 65 años (1).

Los procedimientos médicos y quirúrgicos que se han desarrollado para su tratamiento son muchos y dependientes de muchas especialidades médicas y/o quirúrgicas; así se ha utilizado la neurorrectomía selectiva del VII par, la resección del orbicular, inyecciones de alcohol y neuroestímulos, procesos no exentos de riesgo local y/o general (1,3,4).

La toxina botulínica A es actualmente el tratamiento de primera elección para controlar la sintomatología del blefarospasmo y del resto de las disquinesias orofaciales asociadas (3,5,6); es una neurotoxina que interfiere la liberación de acetilcolina en las terminales nerviosas produciendo una parálisis transitoria de la musculatura estriada, por lo que estos pacientes requieren inyecciones repetidas cada pocos meses (3-6). En un número pequeño de pacientes cifrado en el 1,1% la TBA no produce efecto y hasta en el 11% la duración es de menos de 1 mes (2,7).

En este estudio, la inyección de TBA produce disminución del blefarospasmo en el 100% de los pacientes; todos los casos requirieron varias series de inyecciones para mantenerse sin sintomatología, aunque los resultados más dramáticos se obtuvieron con las dos primeras series, incluso si se aumentaban las dosis en las siguientes; el intervalo asintomático es variable según los pacientes (variabilidad interindividual) pero en este estudio oscila entre 1,5 y 2,5 meses, dato que está de acuerdo con lo publicado en otras series (2-7); no se sabe el por qué de esta diferencia, aunque algunos autores apuntan al desarrollo de anticuerpos anti-TBA y otros a la atrofia progresiva de la musculatura estriada después de varias inyecciones (8-10). En este estudio la dosis de TBA, no está relacionada con la duración de los efectos.

Los efectos secundarios no fueron significativos, sintomatología de ojo seco en 2 casos y ptosis completa en un caso.

Se puede concluir que la TBA es el tratamiento de primera elección en el blefarospasmo y en otros casos se ha convertido en un excelente complemento de la cirugía.

 

Resumen

Objetivo: El blefarospasmo esencial es un movimiento involuntario de cierre de los párpados de etiología poco conocida. El objetivo de este trabajo es establecer la eficacia y la duración sin sintomatología, con la inyección de toxina botulínica tipo A a lo largo del tratamiento.

Método: Se realizó un estudio prospectivo con 9 pacientes tratados con toxina botulínica tipo A por blefarospasmo esencial. El seguimiento fue de 13 meses.

Resultados: El tratamiento fue efectivo en los 9 pacientes tratados, con un tiempo asintomático entre un mes y medio y dos meses y medio. La dosis de toxina botulínica no influyó en el período asintomático (p=0,56). 2 pacientes (22%) desarrollaron clínica de ojo seco y 1 paciente (11%) ptosis palpebral.

Conclusión: La toxina botulínica es un tratamiento de primera elección en el blefarospasmo esencial.

 

Palabras clave

Blefarospasmo esencial, toxina botulínica.

 

Summary

Purpose: Essential blepharospasm is an involuntary forcible closure of the eyelids poorly understood. The purpose of this study is to determine the efficacy and relief of spasm with botulinum A toxin injections over a period of treatment.

Method: The prospective study documents 9 patients treated with botulinum A toxin for essential blepharospasm. Follow-up was 13 months.

Results: The treatment was effective in all patients treated, with a interval of relief of one-half and two-half months. Dosages of botulinum toxin did not alter the spasm (p=0.56). 2 patients (22%) develop dry eye symptoms and 1 patient (11%) ptosis.

Conclusion: Botulinum toxin is a first-line treatment of essential blepharospasm.

 

Key words

Essential blepharospasm, botulinum toxin.


Bibliografía


1. Bird AC, McDonald WI: Essential blepharospasm. Trans Ophthalmol Soc UK 1975; 95: 250-253.

2. Ainsworth JR, Kraft SP: Long-term changes in duration of relief with botulinum toxin treatment of essential blepharospasm and hemifacial spasm. Ophthalmology 1995; 102: 2.036-2.040.

3. Scott AB, Rosenbaum A, Collins CC: Pharmacologic Weakening of extraocular muscles. Invest Ophthalmol 1973; 12: 924-927.

4. Harris W, Wright Ad: Treatment of clonic facial spasm. (a) By alcohol injection. (b) By nerve anastomosis. Lancet 1932; 1: 657-662.

5. Guijarro MI, Pastor CM, Puigcerver MT, Valiente E, Artola A, Alió JL: St Ophthal 1988; vol VIII, n.º 1: 13-16.

6. Scott Ab, Kennedy RA, Stubbs HA: Botulinum A toxin injection as a treatment for blepharospasm. Arch Ophthalmol 1985; 103: 347-350.

7. Siatkowski RM et al: Serum antibody production to botulinum A toxin. Ophthalmology 1993; 100: 1.861-1.866.

8. Borodic GE, Ferrante R: Histologic changes in human orbicularis oculi muscle after repeated botulinum A toxin injections. AAO Abstracts. Ophthalmology 1988; 95(suppl): 174.

9. Holds JB, Alderson K, Fogg SG, Anderson RL: Motor nerve sprouting in human orbicularis muscle after botulinum A injection. Invest Ophthalmol Vis Sci 1990; 31: 964-967.

10. Porter JD, Strebeck S, Capra NF: Botulinum-induced changes in monkey eyelid muscle. Comparison with changes seen in extraocular muscle. Arch Ophthalmol 1991; 109: 396-404.