LEER Y CONTAR


¿Cuáles son las novedades en la enfermedad de la superficie ocular?
Análisis del congreso ARVO 2004

BENÍTEZ DEL CASTILLO JM1, MESSMER E2, LAMBIASE A3, DOAN S4

(1) Hospital Clínico San Carlos. Madrid. España.
(2) Ludwig-Maximilians-University. Munich. Alemania.
(3) Campus Bio-Medico. Roma. Italia.
(4) Hôpital Bichat. Paris. Francia.


INTRODUCCIÓN

El congreso LXXVI de la Association for Research in Vision and Ophthalmology (Asociación para la Investigación en Visión y Oftalmología) (ARVO) se celebró en Fort Lauderdale, Florida los días 25 al 29 de abril de 2004. El congreso se centró en los últimos avances en la investigación clínica y analítica en oftalmología y el tratamiento de la enfermedad ocular. El programa incluyó más de 5500 presentaciones: 727 presentaciones orales y 4883 presentaciones de carteles.

En esta síntesis bibliográfica, el Dr. José M. Benítez-del-Castillo (Hospital Clínico San Carlos, Madrid, España) y la Dra. Elisabeth Messmer (Ludwig-Maximilians-University, Munich, Alemania) analizan nuevos conocimientos sobre la xeroftalmía, incluidos los últimos avances en el tratamiento presentados en ARVO. Además, el Dr. Alessandro Lambiase (Campus Bio-Medico, Roma, Italia) aborda los progresos actuales en el campo de la alergia ocular. Por último, el Dr. Serge Doan (Hôpital Bichat, París, Francia) hace hincapié en los nuevos datos en el área de la infección ocular.


XEROFTALMÍA

Avances recientes

Varias presentaciones de carteles en el congreso ARVO de este año se centraron en los avances recientes destinados a mejorar nuestro conocimiento de la patogenia y del tratamiento de la xeroftalmía.

  

Citocinas proinflamatorias

Actualmente está muy extendida la idea de que la patogenia de la xeroftalmía tiene un componente inflamatorio. Un interesante cartel de la Universidad de Houston, Texas presentó datos de un estudio en el que se investigaron la expresión de interleucina epitelial conjuntival (IL)-1b y de citosina proinflamatoria en el líquido lacrimal y muestras de citología de impresión conjuntival de pacientes con xeroftalmía normal y moderada (Narayanan et al 2004). Aunque en una serie de muestras de pacientes con xeroftalmía normal y moderada se detectó expresión débil de IL-8 y de molécula de adhesión intercelular (ICAM)-1, no se observó ninguna diferencia en la expresión de IL-1b en la superficie ocular, lo que indica que IL-1b no parece desempeñar un papel en la patogenia de la xeroftalmía moderada (Narayanan et al 2004).

En otro cartel, el Dr. Sasanuma de la Ophtecs Corporation, Tokio, Japón presentó los datos de su equipo obtenidos a partir de un modelo de xeroftalmía en ratas que se utilizó para investigar el efecto del hidroxibutirato en las citocinas proinflamatorias apoptóticas. Basándose en los resultados de este estudio, el Dr. Sasanuma y sus colegas indican que el hidroxibutirato inhibe el aumento de las citocinas proinflamatorias en el líquido lacrimal observado en este modelo de xeroftalmía (Sasanuma et al 2004).

  

Investigación sobre células madre

El interés por la investigación sobre células madre resultó ser un tema fundamental en ARVO este año. Se sabe que en el tejido limbal existen células laterales de población con actividad altamente enriquecida de células madre. Los nuevos datos presentados por los investigadores de la Escuela de Odontología de Tokio y de la Escuela Universitaria de Odontología de Tsurumi demostraron que las células laterales de población aisladas de glándulas lagrimales de ratones tienen las características y la actividad de las células madre (Tsubota et al 2004). También se observó que estas células aisladas, que comprenden aproximadamente el 0,5% de las poblaciones celulares de las glándulas lagrimales, formaban láminas de tipo epitelial en el cultivo. Los investigadores concluyeron que la expansión de las células de población puede tener un papel terapéutico en tratamiento de la xeroftalmía grave.

La lacritina es un mitógeno prosecretor segregado por células humanas salivales y acinosas. El Dr. Wang de la Universidad de Virginia presentó datos recientes que demuestran que el tratamiento con lacritina de una línea ductal derivada de células madre humanas disminuyó la apóptosis y produjo la formación de estructuras que contienen luz. Basándose en estos datos, el Dr Wang señaló que la lacritina mitógena prosecretora podría actuar como un factor de supervivencia de células madre glandulares (Wang et al 2004).

  

El efecto del tabaquismo en la xeroftalmía

En otro estudio de la Escuela de Odontología de Tokio se investigó el efecto del tabaquismo en la superficie ocular. En un estudio prospectivo se comparó a sesenta fumadores leves, moderados y empedernidos que padecían enfermedad ocular con individuos no fumadores. Los datos derivados de este estudio pusieron de relieve que fumar causa síntomas de xeroftalmía y tiene un efecto nocivo en la capa lípida de la película lagrimal precorneal (Dursun et al 2004).

  

Susceptibilidad de las mujeres posmenopáusicas al desarrollo de la xeroftalmía

Un grupo de Ophthalmic Research Associates, North Andover y Schepens Eye Research Institute (Instituto de Investigación Oftalmológica) y la Facultad de Medicina de Harvard, Boston presentó datos de dos estudios en los que se investigó la xeroftalmía en mujeres posmenopáusicas (Wilcox et al 2004). El Índice de Protección Ocular (OPI) es una importante medida que cuantifica la relación entre el intervalo entre parpadeos (IBI; tiempo entre parpadeos) y el tiempo de ruptura de la película lagrimal (TFBUT). La superficie ocular está protegida cuando el TFBUT es equivalente o supera al IBI y está desprotegida cuando el TFBUT es inferior al IBI. En el primer estudio, el OPI se determinó en mujeres premenopáusicas (n=20) y posmenopáusicas (n=38). Según los resultados obtenidos, la superficie ocular parece estar desprotegida en las mujeres posmenopáusicas, lo que aumenta el riesgo de padecer xeroftalmía (Wilcox et al 2004). En el segundo estudio, se determinó el efecto de la menopausia en el índice de parpadeo en mujeres premenopáusicas (n=20) y posmenopáusicas (n=38) con xeroftalmía en un entorno adverso controlado (CAE) que consistía en humedad, temperatura y flujo de aire regulados y una tarea visual (ver una película) durante 90 minutos. Se observó que las mujeres posmenopáusicas con xeroftalmía parpadeaban más frecuentemente al ser expuestas a un CAE en comparación con las mujeres premenopáusicas (Ousler et al 2004).

  

Dispositivos

Una complicación importante relacionada con la cirugía LASIK es el desarrollo de la xeroftalmía. Toda y colaboradores presentaron algunos datos interesantes de un estudio en el se estudiaba que la eficacia de un dispositivo desechable para el calentamiento de los párpados (Eye Steamer) en el tratamiento de pacientes con xeroftalmía tras la cirugía LASIK. Los datos de este estudio demostraron que el calentamiento de los párpados con un Eye Steamer durante 10 minutos produce mejoras en la estabilidad lacrimal (Toda et al 2004). Un cartel de la Universidad de Regensburg, Alemania también presentó datos interesantes que demostraron que la aplicación del factor de crecimiento epidérmico con un dispositivo de liberación controlada en pacientes con queratoconjuntivitis dio lugar a mejoras en los síntomas de xeroftalmía, con la excepción de mucopurulencia en los párpados (Gabler et al 2004).

  

Evaluación-cuestionarios sobre la xeroftalmía

Los cuestionarios sobre la xeroftalmía se evaluaron en una serie de presentaciones subyacentes al método actual de usar síntomas subjetivos en el diagnóstico de la xeroftalmía. Estas presentaciones pusieron de relieve que además de cuantificar los síntomas de la enfermedad, también es importante una evaluación de la calidad de vida de los pacientes. Un estudio presentado por diversos investigadores de la Ophthalmic Research Association, el Schepens Eye Research Institute y la Facultad de Medicina de Harvard evaluó el Cuestionario sobre la Calidad de Vida en los Pacientes de Xeroftalmía (DEQLQ; Pollard et al 2004). Este cuestionario consta de 15 preguntas dividas en las siguientes categorías: síntomas; limitaciones en la actividad; rendimiento diario; problemas prácticos diarios; y bienestar social/emocional. Los datos de este estudio demostraron que los síntomas que notificaron más frecuentemente los enfermos de xeroftalmía fueron sequedad, sensibilidad a la luz, molestias y sensación de arena. Entre las actividades diarias que se vieron más afectadas se incluyeron leer, ver la televisión o películas, usar un ordenador y conducir. Además, este estudio demostró que el Cuestionario DEQLQ se podría utilizar para establecer diferencias entre los pacientes previamente diagnosticados de xeroftalmía y los pacientes normales (Pollard et al 2004).

En otro estudio se evaluó la actitud diagnóstico-terapéutica actual frente a la xeroftalmía tanto con respecto a la evaluación clínica de la gravedad de la enfermedad como a la calidad de vida notificada por el paciente utilizando el Impacto de la Enfermedad de la superficie ocular (OSDI) y el Cuestionario sobre el Impacto de la Xeroftalmía (DEDIQ; Parry et al 2004). Curiosamente, las evaluaciones clínicas indicaron que el 38% de los pacientes padecían xeroftalmía grave en comparación con el 43% de los pacientes que se basaron en su autoevaluación. Estos datos ponen aún más de relieve la importancia de evaluar el impacto de la xeroftalmía en la calidad de vida de los pacientes (Parry et al 2004).

  

Tratamientos

Restasis™ (0,05% ciclosporina A) es la primera opción de tratamiento farmacológico para pacientes con xeroftalmía y antes de su introducción en Estados Unidos, el tratamiento para la xeroftalmía fue básicamente paliativo, y los pacientes dependían del uso de lágrimas artificiales para el alivio de los síntomas. Otros avances recientes en el tratamiento de la xeroftalmía se pusieron de relieve en una serie de presentaciones en el congreso ARVO de este año.

  

Diquafosol

Diquafosol tetrasodium es un nuevo tratamiento tópico que actualmente está en fase de desarrollo clínico. Este agonista del purinorreceptor estimula a los receptores P2Y2 en la superficie ocular, lo que da lugar a la liberación de agua, mucina y lípidos. El Dr. Sheppard, de la Facultad de Medicina de Virginia del Este presentó los datos obtenidos a partir de un estudio reciente en el que se compararon resultados relativos a las manchas corneales en pacientes que recibieron diquafosol (n=195) o placebo (n=222). Este estudio demostró que diquafosol produjo reducciones significativas en las manchas corneales en un amplio espectro de pacientes con xeroftalmía. Además, la reducción más grande de las manchas corneales se observó en pacientes con enfermedad grave (Sheppard 2004). En otro cartel se presentó un análisis posterior de los datos de un estudio clínico de fase III en el que se comparó diquafosol con placebo en pacientes con xeroftalmía. En el subgrupo de pacientes que notificaron fotofobia como el síntoma más molesto, fue entre 2 y 3 veces más probable que el tratamiento con diquafosol (n=50) redujese la gravedad de los síntomas en comparación con el tratamiento con placebo (n=43; Barber et al 2004).

  

Colirios de emulsión de aceite de ricino

Los colirios de emulsión de aceite de ricino contienen lípidos y se considera que cuando se aplican modifican la capa lípida de la película lagrimal y aumentan la estabilidad de la película lagrimal. El Dr. Maissa del Optometric Technology Group de Londres presentó los resultados de un estudio abierto en el que se investigó el efecto de los colirios de emulsión de aceite de ricino en la película lagrimal de 15 personas que no usaban lentes de contacto (5 pacientes sin xeroftalmía, 15 pacientes con síntomas de xeroftalmía). Los resultados de este estudio demostraron que los colirios de emulsión que contienen lípidos redujeron significativamente la incidencia de la sequedad ocular, picazón, escozor y sensación de arena hasta 4 horas después de la instilación, observándose el máximo efecto en los pacientes con síntomas de xeroftalmía (Maissa et al 2004).

  

Sustituto lagrimal de carbopol-triglicérido

El Dr. Rolando de la Universidad de Génova, Italia presentó los resultados de un estudio en el que se investigó el efecto de un sustituto lagrimal que contiene lípidos en la pérdida evaporativa de la superficie ocular. El sustituto lagrimal de carbopol-triglicérido que contiene lípidos redujo significativamente la pérdida de agua lagrimal evaporativa en pacientes normales sin xeroftalmía (Rolando et al 2004).

  

Rimexolona y pimecrolimus

Los investigadores de Fort Worth, Texas presentaron datos interesantes derivados de un estudio preclínico en el que se investigó el efecto de rimexolona corticosteroide en un modelo de xeroftalmía en conejos provocada por la inflamación de la glándula lagrimal. Se demostró que rimexolona disminuía las manchas corneales y aumentaba el tiempo de ruptura lagrimal en este modelo (Gamache et al 2004). En otro cartel, el Dr. Nell de la Facultad de Veterinaria de Viena, Austria notificó los datos obtenidos a partir de una investigación preclínica exploratoria de pimecrolimus derivado de la ascomicina en el tratamiento de la queratoconjuntivitis seca (KCS) y la queratitis superficial crónica (CSK) en perros. El tratamiento con pimecrolimus produjo una respuesta satisfactoria en 23 perros con KCS o CSK, aunque el tratamiento resultó ser insatisfactorio en 6 perros (Nell et al 2004).

  

ALERGIA

Avances recientes

Los avances recientes en la patogenia y el diagnóstico de la conjuntivitis alérgica fueron un tema clave para muchas presentaciones de carteles.

  

Inflamación

Aunque la conjuntivitis alérgica se ha considerado un proceso inflamatorio Th2, se presentaron datos obtenidos a partir de un modelo de conjuntivitis alérgica en ratones que demostraron que la citocina interferón Th1 (IFN)-g desempeña un papel importante en este proceso (Stern et al 2004). Tras la exposición a alérgenos, se observó una reducción significativa del número de eosinófilos y neutrófilos que se infiltran en la conjuntiva en ratones KO para IFN (Stern et al 2004). Los autores indican que IFN puede intervenir en el reclutamiento de células inflamatorias y que las poblaciones celulares Th1 y Th2 son interdependientes durante la conjuntivitis alérgica (Stern et al 2004).

Otro cartel interesante del National Eye Hospital, Francia presentó datos de un estudio en que se investigó la capacidad de los antihistamínicos tópicos para inhibir la liberación de citocinas proinflamatorias en células epiteliales conjuntivales humanas (Pauly et al 2004). El tratamiento con azelastina, quetotifeno y levocabastina dio lugar a una reducción significativa en la liberación de IL-6 y IL-8 de células epiteliales conjuntivales dependiendo de la dosis administrada, lo que proporciona más pruebas de que la histamina tiene efectos proinflamatorios en estas células. Los autores señalan que las células epiteliales conjuntivales pueden contribuir a respuestas inflamatorias oculares en enfermedades alérgicas y que los antihistamínicos pueden ser útiles en el tratamiento de afecciones de la superficie ocular de tipo alérgico (Pauly et al 2004).

  

Determinación-evaluación objetiva de la conjunctivitis alérgica

La importancia de las mediciones objetivas para la evaluación de la conjuntivitis alérgica se puso de relieve en dos carteles. Un estudio conjunto realizado por el Florida Ophthalmic Institute y Scripps Clinic, California demostró que las reacciones alérgicas oculares y los efectos de los colirios antihistamínicos podrían determinarse objetivamente en un modelo de exposición conjuntival a alérgenos (CAC), así como subjetivamente (Levy et al 2004). En otro estudio CAC presentado por el Dr. Gagnon de Ophthalmic Research Associates, North Andover, se hizo hincapié en la importancia de determinar la hinchazón del párpado objetivamente utilizando un dispositivo de formación de imágenes tridimensionales (Gagnon et al 2004). Se administró placebo o medicación antialérgica tópica enmascarada o placebo contralateralmente 15 minutos antes de la exposición conjuntival a alérgenos y se evaluó la hinchazón de los párpados subjetivamente mediante una clasificación en una escala de 1 a 3 y objetivamente utilizando un dispositivo de formación de imágenes tridimensionales. Los datos obtenidos a partir de este estudio demostraron que tanto los métodos subjetivos como los objetivos pudieron establecer diferencias entre los ojos tratados con placebo y los tratados con medicación.

  

Tratamientos

También se presentaron nuevos datos clínicos y experimentales en el tratamiento de la conjuntivitis alérgica. La nueva generación de antialérgicos oculares fue de especial interés.

  

Epinastina

La epinastina es un nuevo antihistamínico oftalmológico tópico con propiedades antinflamatorias y estabilizantes de mastocitos. Un cartel de Scripps Clinic, California presentó los resultados de un estudio aleatorizado, enmascarado para el investigador y controlado con vehículo en el que se investigó la exposición conjuntival a alérgenos en pacientes con conjuntivitis alérgica (n=24) a los que se les administró epinastina. La epinastina redujo significativamente los síntomas de la alergia ocular, incluida la picazón, hiperemia e hinchazón de párpados, en comparación con el tratamiento de referencia, y demostró una mayor duración de la eficacia (Friedlaender et al 2004). Los autores señalan que la capacidad de epinastina para reducir los edemas se relacionó con su alta afinidad con los receptores de histamina H2 (Friedlaender et al 2004). Otro cartel de la Universidad de Roma presentó datos de un estudio aleatorizado, multicéntrico (n=99) en el que se comparó la eficacia de la epinastina con quetotifeno en el tratamiento de pacientes con conjuntivitis alérgica estacional (Bonini et al 2004). En este estudio, la epinastina fue bien tolerada y proporcionó un alivio eficaz de los síntomas. Además, el tratamiento con epinastina produjo mejoras significativas en la calidad de vida de los pacientes, que se determinó utilizando el Cuestionario sobre el Impacto de Alergia Ocular (Bonini et al 2004).

  

Olopatadina

Se presentaron datos de dos estudios aleatorizados controlados por placebo en los que se evaluó la eficacia e inocuidad de olopatadina en el tratamiento de la conjuntivitis alérgica (Abelson et al 2004; Greiner et al 2004). En ambos estudios, olopatadina presentó buena tolerabilidad y redujo significativamente la picazón y el enrojecimiento en comparación con placebo (Abelson et al 2004; Greiner et al 2004).

  

INFECCIÓN

Las fluoroquinolonas de nueva generación gatifloxacina y moxifloxacina fueron el objeto de un gran número de presentaciones de carteles en las que se hizo hincapié en los últimos avances en el tratamiento de infecciones oculares.

  

Fluoroquinolonas

Un grupo de investigadores de la Universidad Ludwig-Maximilians de Munich y de la Universidad de Stanford obtuvieron cultivos conjuntivales de pacientes a los que estaba previsto efectuar una cirugía ocular, antes de la aplicación de antibióticos o yodo (Kossakiewicz et al 2004). De estos cultivos, se aislaron e identificaron 25 especies Streptococci, incluidas 19 cepas no hemolíticas (Enterococcus), 5 a-hemolíticas y 1 b-hemolítica, y se determinó el tipo de resistencia a los antibióticos utilizando la técnica de difusión de disco Kirby-Bauer. Aunque las cepas fueron muy resistentes a los aminoglucósidos, eritromicina, ciprofloxacina y ofloxacina, no se observó ninguna resistencia a la gatifloxacina o moxifloxacina (Kossakiewicz et al 2004).

Los datos recientes indican que la resistencia in vitro no siempre se correlaciona con la resistencia in vivo. En un interesante cartel del Centro Oftalmológico de la Universidad de Pittsburgh se comparó gatifloxacina con levofloxacina y ciprofloxacina en el tratamiento de Staphylococcus aureus resistente a las fluoroquinolonas en un modelo de queratitis en conejos (Mah et al 2004). Se demostró que el tratamiento con gatifloxacina de la infección S. aureus resistente a las fluoroquinolonas superó la resistencia in vitro en este modelo, y los investigadores señalan que un programa de tratamiento agresivo con gatifloxacina puede superar la resistencia in vitro (Mah et al 2004).

La concentración de prevención de mutantes (MPC) es una medición novedosa in vitro que se considera que representa con más precisión el número de microrganismos en la zona de infección e incluye subpoblaciones resistentes si están presentes (Hansen et al 2004). En un cartel perspicaz de la Universidad de Saskatchewan, Canadá, se presentaron los datos obtenidos a partir de un estudio in vivo en el que se investigó la eficacia de gatifloxacina frente a cepas oculares de Pseudomonas aeruginosa y Klebsiella pneumoniae. Este estudio demostró que la gatifloxacina tiene una rápida actividad bactericida frente a los bacilos gramnegativos, lo que indica que la dosificación para mantener las concentraciones MPC puede aumentar esta actividad (Hansen et al 2004). En otro estudio in vitro llevado a cabo por el mismo grupo de investigación se investigó la sensibilidad de los patógenos oculares grampositivos a la gatifloxacina, ciprofloxacina, ofloxacina y levofloxacina. Una comparación de la concentración inhibitoria mínima (MIC) y la concentración de prevención de mutantes (MPC) de estas fluoroquinolonas frente a la bacterias grampositivas Streptococcus pneumoniae y S. aureus demostró que gatifloxacina fue más activa que ciprofloxacina, ofloxacina y levofloxacina (Hedlin and Blondeau 2004).

El Dr. Dvorak del Naval Medical Center de Portsmouth presentó los datos obtenidos a partir de un estudio in vitro en el que se evaluó la sensibilidad de los tratamientos actuales para la queratitis y la conjuntivitis bacterianas (Dvorak et al 2004). Gatifloxacina (90%) y moxifloxacina (89%) demostraron una mejora en la prevención de bacterias grampositivas en comparación con ofloxacina (58%), ciprofloxacina (65%) y levofloxacina (87%). Los autores concluyeron que aunque el uso de fármacos más antiguos combinados como vancomicina y gentamina debería prevenir el 100% de las infecciones oculares investigadas, las fluoroquinolonas de cuarta generación ofrecen claras ventajas con respecto a estos fármacos como tratamiento único, incluido un mejor perfil de efectos secundarios y facilidad de uso (Dvorak et al 2004).

Una serie de carteles presentaron datos de estudios en los que se investigó la penetración de fluoroquinolonas en la cornea. Ruskinko et al (2004) presentaron datos in vitro de un estudio en el que se utilizaron células renales caninas Madin-Darby (MDCK) para determinar la penetración corneal por parte de las fluoroquinolonas. Estos autores señalan que la permeabilidad de las células MDCK es un modelo predictivo adecuado para la permeabilidad corneal y demostraron que la moxifloxacina se relacionó con la máxima permeabilidad de las células en comparación gatifloxacina, ciprofloxacina, norfloxacina, ofloxacina, levofloxacina y lomefloxacina, en este modelo (Ruskinko et al 2004). Además, el Dr. Solomon de Ophthalmic Consultants de Long Island, Rockville Centre, Nueva York presentó los datos derivados de un estudio clínico en el que se investigó la penetración acuosa de gatifloxacina, moxifloxacina y ciprofloxacina en pacientes que se someterían a una operación de cataratas (Solomon et al 2004). Tanto gatifloxacina como moxifloxacina mostraron una penetración significativamente mayor en el humor acuoso en comparación con la fluoroquinolona más antigua, ciprofloxacina (Solomon et al 2004).

Farley et al (2004) presentaron un estudio en el que se comparó el efecto de gatifloxacina y moxifloxacina en la función de la barrera epitelial corneal en un modelo de xeroftalmía en ratones. La xeroftalmía se creó en el modelo mediante la inyección subcutánea de escopolamina, seguida de la exposición a una corriente de aire y a un entorno de humedad baja durante 5 días. Se evaluaron la permeabilidad epitelial corneal a la fuoresceína de sodio y la expresión de la proteína ZO-1 asociada a la zona de oclusión. La moxifloxacina dio lugar a una mayor interrupción de la unión de la barrera epitelial corneal, que se demuestra mediante un aumento significativo de la permeabilidad corneal a la fuoreceína y la pérdida focal de las manchas de ZO-1 asociadas a las membranas en los días de tratamiento 2 y 5. Aunque la gatifloxacina produjo un ligero aumento no significativo de la permeabilidad epitelial corneal en el día 2, la permeabilidad volvió a los iniciales en el día 5. Además, se observó un patrón en panal normal de la inmunorreactividad de ZO-1 en los ojos tratados con gatifloxacina. Los autores señalaron que los efectos tóxicos de moxifloxacina sobre las uniones epiteliales pueden contribuir a la interrupción de la función de la barrera epitelial corneal (Farley et al 2004).

En otro estudio presentado por Ophthalmic Consultants de Long Island se comparó la tolerabilidad ocular de gatifloxacina y moxifloxacina en voluntarios sanos (n=30). Se determinaron la hiperemia conjuntival, la vascularidad conjuntival, el tamaño de la pupila y la reacción de la cámara anterior antes de iniciar el tratamiento y 5 minutos después del tratamiento. Además, a los pacientes se les pidió que clasificaran el dolor y la irritación ocular en una escala del 1 al 10. La moxifloxacina se asoció a un aumento significativo de hiperemia conjuntival y vascularidad corneal y una reducción significativa del tamaño de la pupila en comparación con la gatifloxacina. La gatifloxacina se asoció a un dolor significativamente inferior en comparación con la moxifloxacina. Los autores concluyeron que gatifloxacina demostró una tolerabilidad ocular significativamente superior en comparación con moxifloxacina (Donnenfeld et al 2004).

 

Péptidos antibióticos

Por último, dos carteles presentaron una investigación actualizada de los péptidos antibióticos en la superficie ocular. En el primer cartel, un grupo de investigación de Queens Medical Centre, Universidad de Nottingham, Reino Unido examinó la expresión de las defensinas beta en la superficie del ojo (Dua et al 2004). Los autores señalaron que la presencia de las defensinas beta en la superficie ocular podría tener repercusiones para la homeostasis ocular normal y el desarrollo de futuros tratamientos antibióticos. En el segundo cartel, investigadores de la Universidad de Houston, Texas examinaron un papel funcional para el péptido antibiótico LL-37. Se demostró que este péptido inhibe el crecimiento de P. aeruginosa y produce la migración de las células epiteliales corneales humanas (Huang et al 2004).

  

CONCLUSIÓN

El congreso LXXVI de ARVO incluyó los últimos avances en la investigación clínica y analítica en todas las especialidades oftalmológicas. Sin embargo, el reciente progreso en el conocimiento de la enfermedad de la superficie ocular fue un objetivo fundamental del congreso de este año. Los avances en el conocimiento y el tratamiento de la xeroftalmía, la conjuntivitis alérgica y la infección ocular fueron también de especial interés.

Actualmente hay mucho interés en la contribución de las citocinas proinflamatorias al desarrollo y evolución de la xeroftalmía. Además, las poblaciones de células madre y el potencial terapéutico de estas células es actualmente un área fundamental de investigación. Los avances en el diagnóstico y en la evaluación de la xeroftalmía se centran en mejorar los cuestionarios que evalúan la calidad de vida de los pacientes además de la gravedad de los síntomas de la enfermedad.

El congreso de ARVO de este año hizo hincapié especialmente en el progreso realizado en el tratamiento de la xeroftalmía. Se sigue investigando en el desarrollo de dispositivos y sustitutos lagrimales destinados a aliviar los síntomas de la xeroftalmía, aunque actualmente también está en fase de desarrollo una serie de opciones de tratamiento farmacológicos. Son de especial interés los motivadores datos obtenidos a partir de varios estudios clínicos en los que se evalúa el novedoso tratamiento tópico, diquafosol. Asimismo, se están llevando a cabo estudios preclínicos de rimexolona y pimecrolimus.

La inflamación sigue siendo un área fundamental de investigación en las afecciones oculares alérgicas. Al igual que con respecto a la xeroftalmía, se están desarrollando numerosos cuestionarios para la evaluación de la alergia ocular, que incluyen mediciones objetivas y subjetivas de la enfermedad. Además, los antialérgicos oculares de nueva generación, incluida la epinastina y la olopatadina, se están evaluando en los estudios clínicos. Las fluoroquinolonas de cuarta generación, gatifloxacina y moxifloxacina, fueron también objeto de numerosos estudios que demostraron las claras ventajas que ofrecen estos antibióticos más recientes, incluida la eficacia comparable, la falta de resistencia, mejores perfiles de tolerabilidad y facilidad de uso en comparación con fármacos más antiguos.


BIBLIOGRAFÍA