HISTORIA Y HUMANIDADES


Universalización y estado actual del alfabeto braille (2.ª parte)

JIMÉNEZ BENITO J1, LÓPEZ PEÑA MJ2, DÍEZ FEIJOÓ E1, GARCÍA BEN E1

«Los ciegos estamos en deuda con Louis Braille,
como la humanidad lo está con Gutenberg.»
Hellen Keller

Servicio de Oftalmología. Complejo Hospitalario de Burgos. Burgos. España.
1 Licenciado en Medicina. Complejo Hospitalario de Burgos.
2 Doctor en Medicina. Complejo Hospitalario de Burgos.


RESUMEN

El sistema braille supuso una revolución en la educación de los ciegos. A pesar del ser el mejor método de lectura y escritura para los ciegos, como toda gran innovación, necesitó tiempo para su reconocimiento y progresiva implantación. Su aceptación fue gradual, primero en las lenguas europeas y posteriormente en los idiomas no europeos, terminando este proceso con la universalización del braille por la UNESCO en 1950. Los nuevos avances tecnológicos no han conseguido excluir al braille como sistema de lectura para los ciegos, teniendo en los pacientes sordociegos plena vigencia en su comunicación con el mundo exterior.

Palabras clave: Braille lenguaje universal, historia del braille, escritura táctil.


EXPANSIÓN DEL BRAILLE Y ACTUALIZACIÓN DEL SISTEMA IDEADO POR LOUIS BRAILLE

La invención más revolucionaria en la historia de los ciegos ha sido el sistema de lectura y escritura conocido en todo el mundo como braille, en honor a su inventor, el genial ciego Louis Braille (fig. 1). Este sistema ha permitido el acceso al universo de la lectura y por tanto al mundo de la cultura a los invidentes. En el anterior número de Studium Ophthalmologicum hemos hablado de la creación del sistema braille, ahora vamos a presentar la expansión de este sistema que hoy es universal.


Fig. 1: Louis braille. Retrato por Lucienne Filipi.

En la historia de la aceptación del sistema Braille distinguimos tres periodos:

1. Triunfo del braille en la «Institution Royale de Jeunes Aveugles» de París, el internado para ciegos en el que estudió Louis Braille y también fue profesor.

2. Expansión del braille a las lenguas europeas.

3. Sistema braille reconocido como lenguaje universal por la UNESCO y adaptación a lenguas extraeuropeas.

Es importante tener presente que la aceptación e implantación del sistema braille fue lenta pero imparable, siendo lo más difícil cambiar la idea que «los ciegos no debían tener un alfabeto distinto al de los videntes», principio teórico defendido por Valentín Haüy, quien es considerado pionero en la educación de los ciegos. Pensar en un sistema de lectura y escritura propio para los ciegos era una idea revolucionaria.

  

1. Triunfo del braille en la «Institution Royale de Jeunes Aveugles» de París

Louis Braille publicó en 1829 «Procédé pour écrire les paroles, la musique et la plain-chant au moyen de points, a l’usage des aveugles et disposés por eux». Escrito en relieve lineal, es decir, con las letras del alfabeto convencional en relieve, se considera el acta de nacimiento del sistema braille. No obstante, como todas las ideas, no es suficiente con imaginar sino someterlo a la experiencia. Hicieron falta 25 años para que se aceptara el sistema braille y no es hasta 1854 cuando se adopta oficialmente en Francia. No obstante, en 1827 en la escuela de ciegos de París se permite su uso, y a partir de 1830 se autoriza su enseñanza. El uso del braille en el internado de ciegos estaba condicionado por la actitud del director, si éste era partidario del braille o no.

El sistema braille se fue implantando en la escuela internado por su propia virtud, tanto por los invidentes al usarlo como los profesores al ver los grandes progresos en los ciegos.

En 1837 se publicó el primer libro impreso en braille «Précis sur l’histoire de France divisée par siécle, accompagné de synchronismes relatifs a l´histoire générale placés à la fin de chaque règne», es un grueso volumen que con 152 páginas, peso de 1.750 gr.

La segunda edición de 1837 del «Procédé pour écrire les paroles, la musique». Par l. Braille, presentaba la oración del Padrenuestro en seis lenguas: latín, francés, italiano, español, alemán e inglés, con texto correspondiente en relieve lineal. Esta peculiaridad hace pensar que Louis Braille confiaba en la validez de su sistema de lecto-escritura para todos los idiomas. Este libro se envió a las instituciones para ciegos más importantes: Filadelfia, Glasgow, Edimburgo, Bruselas, Madrid, Copenague, Pest...

  

2. Expansión del braille a las lenguas europeas

La difusión del sistema braille fuera de Francia comenzó en 1854 cuando se imprimió en tipografía braille un método de lectura en lengua portuguesa financiado personalmente por el emperador de Brasil, Don Pedro II. El periódico para educadores de ciegos «L’instituteur des aveugles», elogió el sistema Braille y era partidario de su uso. No obstante, insistimos que la aceptación del sistema braille fue lenta, en gran parte debido a la dificultad para cambiar la idea que los ciegos no deberían tener un alfabeto distinto del de los videntes, concepto no exento de la comodidad de los profesores de invidentes, ya que la aceptación del braille como nuevo método de escritura para los ciegos suponía el esfuerzo de aprenderlo, además de conceder cierta autonomía a los ciegos que pueden disponer de un sistema propio (fig. 2).


Fig. 2: Con el sistema braille queremos reivindicar el tacto y su utilidad para la lectura. Pintura sobre tabla del Rey David (1485), Pedro Berruguete.

El primer libro impreso en braille fuera de Francia fue el Evangelio según San Juan, publicado en 1860 en el «Asile des Aveugles», Lausana (Suiza). Queremos destacar el colosal trabajo de la edición en braille de la Biblia, versión protestante de Osterwald, terminada en 1866, que constaba de 32 volúmenes, 24 para el Antiguo Testamento y 8 volúmenes para el Nuevo Testamento. En total 4.600 páginas con un peso de más de 60 kg.

Se necesitaron 40 años para el triunfo del braille en los países germánicos, así en Viena y en Breslau, rechazaban un sistema no apto para la vista, ya que constituía un muro suplementario entre ciegos y videntes, aunque consideraban que el braille era un buen sistema.

En el Reino Unido la adopción del braille fue complicada. En 1868 existían 4 sistemas de caracteres ordinarios en relieve y dos estenográficos que intentaban establecerse, siendo el Dr. Armitage fundador de la «British and Foreign Blind Association for Promoting the Education of the Blind», quién consideró, con buen criterio, que deberían ser los ciegos quienes decidieran el sistema de escritura que les convenía, creándose un comité formado por ciegos que conocieran al menos tres de los sistemas existentes y entre los cuales tenían que decidir. En mayo de 1870 el comité decidió a favor del sistema braille, reservando el sistema Moon modificado para los impresos en relieve lineal (fig. 3).


Fig. 3: Alfabeto para lectura táctil Moon, creado por el profesor ciego William Moon (1818-1894).

En 1878 se celebró en París el «Congreso Universal para mejorar la suerte de los ciegos y los sordomudos» (fig. 4), donde se estudiaron los diversos métodos de impresión y escritura para invidentes, con la benemérita intención de unificar criterios. En las actas del congreso queda reflejado que el debate de fondo era la idea de no separar al ciego de los videntes (eterno debate en la historia del braille). Durante el Congreso tuvieron lugar acaloradas discusiones en las que se debatieron cuáles debieran ser los sistemas de lecto-escritura más idóneos, bien los caracteres romanos en relieve o el sistema inglés llamado Moon (escritura en relieve sin usar puntos). También se discutió la sorprendente propuesta del norteamericano Smith, cuyo planteamiento consistía en permitir que cada lengua creara su alfabeto braille, en el cual, los signos más rápidos de escribir serían las letras más usadas en ese idioma, lo que hubiera significado crear tantos alfabetos como idiomas. El director de la Escuela de Ciegos de Amsterdam, Meyer, propuso el braille como sistema universal de lectura para ciegos y se aceptó su propuesta «...el Congreso se pronuncia a favor de la generalización del sistema braille no modificado» según acta del congreso. Esta decisión fue de máxima importancia y en la que se apoyarían posteriormente todos los partidarios del llamado braille no modificado o braille original.


Fig. 4: Portada del libro de cuentas del "Congreso Universal para la mejora de ciegos y sordomudos" celebrado en París en 1878, donde se aceptó el sistema braille.

De todos los países de lenguas europeas, los Estados Unidos de América fueron los que tardaron más tiempo en la aceptación del sistema de escritura braille. Así, en Saint Louis (Missouri) se utilizaban ambos sistemas, el braille y los caracteres del alfabeto romano en relieve, en Boston las letras romanas en relieve y el llamado «braille americano», éste era una modificación hecha por Smith y consistía en disponer los puntos de las letras en un orden que estimaba ser el más conveniente para la lengua inglesa. En las demás instituciones de ciegos de Estados Unidos se utilizaban los caracteres romanos y el llamado «New York Point» o «Wait System», este sistema es una modificación creada por Russ, director de la escuela de ciegos de Nueva York, que consiste en poner horizontal la columna de puntos de Braille con la intención de ahorrar espacio, su sucesor B. Wait basándose en esta idea estableció un alfabeto en el cual los caracteres tenían sólo dos puntos de alto y tres de ancho para las letras minúsculas. Teniendo en cuenta que el espacio es un problema para la escritura braille, con el New York Point se conseguía un ahorro de espacio de un 25%, pero la lectura era mucho más incómoda porque el signo se reconoce peor bajo el dedo, por tanto la lectura por el tacto era más difícil. Estudios posteriores han demostrado que los signos braille más fáciles de leer no son los que tienen menos puntos, sino los que hacen mejor imagen al reconocerse mejor. La polémica en Estados Unidos fue, en primer lugar, entre los defensores del sistema de los caracteres romanos en relieve y, posteriormente entre el braille no modificado y el braille americano, el llamado «New York Point» o «Wait System», defendido por B. Wait, director entonces de la escuela de New York. Éste sistema casi fue aceptado, por diferentes motivos:

No obstante, debido a los méritos propios del braille clásico, este sistema terminó triunfando. Una vez reconocida en USA la validez del sistema braille, el Congreso de Little Rock de 1910 fue decisivo para su aceptación. A partir de 1917 no existió más que un sistema de escritura para los ciegos americanos, el braille original.

  

3. Sistema braille reconocido como lenguaje universal por la UNESCO y adaptación a lenguas extraeuropeas

Dos fechas son transcendentales para impulsar la universalización del braille, 1929 y 1949, cuando la UNESCO consideró el braille patrimonio de la humanidad y se establece un sistema universal braille.

Las diferentes lenguas no europeas, como el árabe y las diferentes lenguas de la India, adaptaban el sistema braille con modificaciones específicas para sus idiomas, asunto especialmente complejo en la India, donde existían multitud de dialectos, por lo que el mismo sonido se representaba de modo diferente en el braille según la región.

En 1949, la UNESCO, a petición de la India, decidió afrontar esta falta de unificación del sistema braille, encargando a Sir Clutha Mackenzie un estudio histórico-crítico. Se decidió convocar un comité de expertos en la sede de la UNESCO en París que establecieron los principios para la unificación de los diferentes alfabetos braille. Estas modificaciones fueron adoptadas en Marzo de 1950 en una conferencia más general. Los representantes hindúes renunciaron a su antigua postura sobre el del braille y aceptaron estas recomendaciones en junio de 1950. En 1951, en Beirut, los representantes del mundo árabe aceptaron también el sistema braille unificado. No obstante, a pesar del importante consenso conseguido, el trabajo de la UNESCO no está terminado, así la adaptación del braille a las lenguas orientales es particularmente difícil. En idiomas como el japonés, que tiene una escritura silábica, el braille se ha adaptado de manera muy ingeniosa al utilizar el braille clásico con 3 pares de puntos en vez de cuatro. En algunos países como Vietnam y Camboya, la escritura está romanizada desde hace siglos y el uso del braille es desde 1899. En China, donde se han propuesto varios alfabetos, al problema de los sonidos se complica con el de los tonos, los cuales difieren de una región a otra. Por último, las lenguas llamadas tribales de Africa se han adaptado al sistema universal braille. Uno de los autores que ha redactado este texto ha comprobado la validez del sistema braille en la lengua africana Shona en «Mr Hugo Schools for the blind» en el departamento de Masvingo, Zimbabue (fig. 5) y también su adaptación al amárico y al Tigriña en Etiopía.


Fig. 5: Niños ciegos estudiando braille en "Mr. Hugo Schools for the blind" en Masvingo, Zimbabue.

La UNESCO en colaboración con La Unión Mundial de Ciegos, el 21 de febrero del año 2005, celebró el día mundial de la lengua madre, en la que definió al braille como «lenguaje vivo de comunicación, tan legítimo como todas las otras lenguas en el mundo».

  

LA ESCRITURA MUSICAL EN EL SISTEMA BRAILLE

También queremos comentar el difícil problema de la escritura musical en braille, asunto de especial relevancia para los ciegos, ya que muchos de ellos eran músicos de profesión. En París, año 1929, en la sede de «American Braille Press» se reunieron una comisión de especialistas formada por representantes de Francia, Alemania, Inglaterra y Estados Unidos, y redactaron la «Notación musical Braille Internacional», ya que Louis Braille no encontró la manera definitiva de resolver los problemas de la notación musical en su escritura táctil, aunque estaba trabajando en ello cuando murió a los 43 años.

Existían dos clases de ediciones de la música que se disputaban el favor de los impresores.

– Alemania, Francia e Italia y los países que se proveían de la música escrita en París, utilizaban la notación unificada braille que se estableció en el «Congreso de Colonia» (1888) originaria en la Institución de París y presentada en el «Congreso Universal para mejorar la suerte de ciegos y sordomudos» (1878), ya hemos comentado que en este congreso se aceptó el braille como sistema universal de lectura en los ciegos.

– La otra escritura musical provenía del «National Institute for The Blind» de Londres, que inspirándose en el sistema propuesto por el escocés Stericker en 1912, crearon en 1917 un nuevo código para la escritura de la notación musical en relieve. Este sistema era muy parecido al ideado por Louis Braille y se diferencia en la manera de colocar los caracteres.

La principal dificultad de la escritura musical estriba en que para la lectura táctil se precisa de una disposición horizontal de los caracteres, teniendo la escritura musical de los videntes los caracteres en vertical. Se han propuesto diferentes soluciones, presentando mayor complejidad aún si tenemos texto en las partituras musicales.

Las necesidades de los músicos ciegos son diferentes dependiendo de su interpretación musical, así los cantantes conservan libres ambas manos y pueden leer por el tacto, los organistas pueden tocar con una sola mano y usar la otra mano para leer..., pero no es posible para los intérpretes de muchos instrumentos musicales que han de aprenderse la partitura de memoria.

Las características de la escritura musical, hicieron que se imprimieran las obras musicales en dos ediciones, una edición simplificada y otra completa. En Francia y en otros países optaron por escribir frases más o menos largas alternativamente para mano derecha y después para mano izquierda. En Inglaterra prefieren escribir alternativamente lo que corresponde a un compás de una y otra mano, primero la de la mano izquierda y después la mano derecha. Destacamos la interesante aportación del español Gabriel Abreu hacia 1855, profesor ciego de música en el «Colegio Nacional de Sordomudos y Ciegos de Madrid», creó un sistema usado en España durante 80 años, con la característica de emplear cuatro puntos en lugar de tres, resolviendo de forma satisfactoria el problema de la escritura de los acordes y facilitando la escritura de música con palabras. Hacia 1920, el mejicano Alejandro Mezza, profesor de música ciego, revolucionó radicalmente la notación musical en braille, pero era demasiado tarde para su universalización, ya que la cantidad de la música de braille escrita en el mundo era muy grande para realizar cambios a un nuevo sistema.

  

COMENTARIOS FINALES

Uno de los grandes inconvenientes que tiene el sistema braille es la necesidad de mucho espacio para su escritura convencional, en un 1 dm2 de papel no se pueden poner más de unos 140 caracteres braille, en cambio del alfabeto normal entran unos 1.350 caracteres. Para solucionar este problema se intentó el «rayado fino», dejando menos espacio entre los puntos, pero se tuvo que abandonar y volver al ideado por Louis Braille, ya que algunos ciegos, sobre todo los que perdieron la visión tarde, discriminan con mucha dificultad el conocido como «rayado fino» o «punteado belga». Para poder utilizar ambas caras del papel, se utiliza una ingeniosa técnica llamada interpunto, llegando a un ahorro del espacio del 100% al escribir braille en las dos caras de una página.

Además de la universalización del alfabeto braille, es muy importante que el código de abreviaturas utilizadas en el braille sea el mismo en cada lengua. Las abreviaturas, es decir no escribir la palabra entera, son muy utilizadas en la escritura braille para disminuir el volumen de los libros y también aumentar la rapidez de la lectura y la escritura. En 1932 se llegó a un consenso entre las imprentas británicas y americanas para el idioma inglés. En 1951 en Montevideo (Uruguay) los representantes hispanoamericanos y los españoles unificaron las abreviaturas para la escritura del braille en español. Este sistema de abreviaturas puede parecer confuso para los no iniciados, pero no para el lector ciego. El invidente, tanto si lee braille normal como si es braille abreviado, crea estructuras táctiles automáticas e inconscientes para la comprensión del texto. La inmensa mayoría de los libros que se encuentran en las bibliotecas para ciegos están escritos en braille abreviado.

El otro gran inconveniente del braille es el espacio que ocupa y la lentitud en la lectura y escritura, problemas clásicos del braille junto con el ya comentado del espacio. La rapidez de la lectura táctil es variable según los individuos, los lectores medios leen unas 60 palabras por minuto, algunos ciegos leen más de 100 palabras existiendo casos de velocidades de lectura excepcionales. Es interesante comentar la posibilidad para los videntes de leer con la vista el sistema braille, o bien aprender la lectura táctil. Desde sus orígenes, voluntarios videntes fueron los encargados de transcribir al braille, así la biblioteca Braille de París tiene unos 150.000 volúmenes y la National Library for the blind de Londres una cantidad parecida (datos del año 1988). La biblioteca de la ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles) dispone de 40.486 volúmenes en braille. Destacamos la existencia de «American Braille Press», sociedad filantrópica norteamericana financiada por donativos privados, que nació en 1920 para difundir el braille. Su labor ha sido muy apreciada, imprimiendo muchas publicaciones en varios idiomas, revistas, libros, partituras y el periódico «Le Courrier Braille», que repartían gratuitamente a instituciones, bibliotecas y particulares. Esta asociación decidió regalar imprentas braille a los países que hiciera falta, la única condición era que editaran libros (fig. 6).


Fig. 6: Imprenta braille de la escuela para ciegos de Grave, Holanda.

Las primeras máquinas de escribir en braille fueron creadas por Hall en América y Pitch en Alemania, en 1895, lo que permitió aumentar la velocidad de escritura del braille. Actualmente se utiliza de manera rutinaria la máquina de escribir modelo Perkins. Hoy en día, la existencia de la máquina de escribir o el ordenador permite a los ciegos escribir mecanografía para comunicarse por escrito con los videntes, pero nada de esto existía en 1835.

Existen también sistemas informáticos capaces de leer la letra impresa así como soportes sonoros con grabaciones de libros, lo que ha facilitado el acceso a la cultura escrita para los ciegos. No obstante, en los pacientes sordociegos, el braille tiene total validez, ya que el sentido del tacto es su única posibilidad de comunicación con el exterior. Pensamos que los sistemas que permiten escuchar el texto, no pueden hacer peligrar al sistema braille, ya que el acto íntimo de la lectura, la elaboración mental de lo que se lee no es igual que cuando se escuchan textos, de tal manera que tampoco para los videntes es lo mismo escuchar un libro que leerlo, por tanto podemos afirmar que el sistema braille tiene plena vigencia en la actualidad.


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