SEMINARIO DE CASOS CLÍNICOS


Queratoescleroplastia lamelar para reparación de tumor dermoide limbar

RODRÍGUEZ FEIJOO D1,2, ROMERO MORENO I1,3, LÓPEZ GUTIÉRREZ C1,4

Servicio de Oftalmología del Hospital de Galdakao-Usansolo.
1 Licenciado en Medicina y Cirugía.
2 Médico residente del Servicio de Oftalmología del Hospital de Galdakao-Usansolo.
3 Médico adjunto, tutora de residentes del Servicio de Oftalmología del Hospital de Galdakao-Usansolo.
4 Médico adjunto del Servicio de Oftalmología del Hospital de Gladakao-Usansolo.


RESUMEN

Introducción: Los tumores dermoides son tumoraciones benignas congénitas compuestas por tejido de origen ectodérmico y mesodérmico. Pueden asociarse a síndromes generales hasta en un 30% de los casos. Caso clínico: Varón de 16 años que presenta tumoración congénita de 5 por 6 mm en limbo temporal inferior del OD, que se diagnostica de tumor dermoide limbar. Debido a las molestias de tipo irritativo y al deseo del paciente de poder usar lente de contacto, se propone queratoescleroplastia lamelar al paciente y a la familia, que aceptan la intervención. La intervención cursó sin complicaciones, así como el postoperatorio. Actualmente el paciente porta lente de contacto refractiva.


INTRODUCCIÓN

Los tumores dermoides son tumoraciones benignas congénitas compuestas por tejido de origen ectodérmico y mesodérmico. Comúnmente se trata de lesiones únicas, pero también pueden ser múltiples y uni o bilaterales. La asociación con síndromes sistémicos se encuentra hasta en un 30% de los casos, siendo los más frecuentes el síndrome de Goldenhar y el síndrome de nevus epidérmicos (1).

Los efectos sobre el ojo son múltiples y dependen principalmente de la localización de la lesión. La visión se puede afectar directamente por la lesión, por una queratopatía lipoidea secundaria o por el astigmatismo inducido por la lesión. Además la presencia de dellen corneal o irritación ocular es frecuente debido a la alteración de la película lagrimal.

Es necesario, además de una exhaustiva exploración del segmento anterior del ojo, la realización de técnicas de imagen que proporcionen información sobre la extensión y profundidad de la lesión, previamente a plantear un abordaje quirúrgico de la misma.

  

CASO CLÍNICO

Paciente varón de 16 años, sin antecedentes personales ni familiares de interés, que consulta por una tumoración congénita en limbo temporal inferior de su OD. En la exploración oftalmológica se aprecia una agudeza visual sin corrección en el OD de 0,16, con estenopeico 0,7; y en el OI de 0,2, con estenopeico 1,0. Presentaba una PIO de 14 mmHg en AO.

En la biomicroscopía del polo anterior, se aprecia una tumoración de 5 x 6 mm situada en limbo corneal entre las 7 y 9 horas que invade córnea (fig. 1). La lesión presentaba folículos pilosos y glándulas sebáceas en la superficie de la lesión, así como una leve opacidad corneal en la zona circundante a la lesión y leve hiperemia conjuntival de la zona.


Fig. 1: Aspecto preoperatorio.

En la exploración gonioscópica se aprecia una pérdida de la forma curva, típica del ángulo camerular, y se observa la zona posterior de la masa en córnea sin invasión ni alteración del ángulo (fig. 2).


Fig. 2: Gonioscopia: se aprecia la pérdida de curvatura y la parte posterior del tumor dermoide.

La exploración de la cámara anterior y del fondo de ojo resultó normal.

Como prueba complementaria se solicitó una biomicroscopía ultrasónica para conocer la profundidad de la lesión en la zona escleral y las características ecogénicas internas de la misma, siendo informada la misma como: masa limbar de 5,55 mm de diámetro transverso y 5,23 mm de diámetro longitudinal y 2,42 mm de altura máxima. Sin penetrar en cámara anterior y respetando la arquitectura angular.

La intervención quirúrgica realizada fue una queratoescleroplastia lamelar, en la que se procedió a la escisión completa de la misma buscando el plano de separación entre el tumor dermoide y el plano corneal y escleral.

El examen anatomopatológico de la masa revela un revestimiento de epitelio plano estratificado queratinizado que envuelve una masa de tejido con estroma de haces gruesos de colágeno, glándulas sebáceas atrapadas y folículos pilosos.

Después de la escisión de la lesión se procedió a la reparación de la zona mediante un parche lamelar de córnea-limbo-esclera de donante, del tamaño del defecto resultante y un recubrimiento conjuntival hasta el limbo, suturando el injerto con 7 puntos sueltos.

Durante el postoperatorio se pautó colirio de tobramicina y dexametasona, colirio de ciclosporina A, pomada de dexametasona y lente de contacto terapéutica hasta la epitelización del injerto.

Durante el postoperatorio el injerto fue epitelizándose progresivamente, presentando como hallazgo más significativo una hiperemia de la zona que fue remitiendo en las semanas posteriores (fig. 3).


Fig. 3: Aspecto postoperatorio a las 2 semanas con lente de contacto terapeutica.

Al mes de la cirugía no se apreciaba edema del injerto, del receptor ni de interfase.

A los seis meses de seguimiento, el injerto estaba totalmente incluido en el tejido circundante y el paciente toleraba su lente de contacto refractiva sin complicaciones (fig. 4).


Fig. 4: Aspecto a los 6 meses, el paciente porta lente de contacto blanda con su refracción.

  

DISCUSIÓN

El abordaje quirúrgico tradicional para lesiones pequeñas es la escisión simple o el afeitado, cubriendo el defecto escleral con un avanzamiento de conjuntiva. Realizando este procedimiento, la cicatriz que se genera en la córnea tiene un alto riesgo de vascularización, opacificación y formación de pseudopterigium y un pobre resultado estético (2).

La queratoescleroplastia lamelar como procedimiento de primera elección para el tratamiento de los tumores dermoides limbares es un procedimiento seguro, descrito por primera vez en los años 90 por Vrabec (3), que ofrece una buena apariencia estética y soporte tectónico. Además permite la retirada completa de la lesión.

El papel de la BMU en el preoperatorio es importante para ayudar al cirujano a definir la profundidad y la extensión de la lesión. Asimismo, realizar una completa exploración del segmento anterior para verificar el estado de todas las estructuras que se puedan ver afectadas por la localización de la lesión (4).

Los tumores dermoides oculares pueden causar una importante morbilidad dependiendo de la localización en el ojo de la lesión, secundariamente al astigmatismo que pueda generar o a la degeneración lipídica. Importantes alteraciones de la película lagrimal e irritación de la superficie ocular pueden estar presentes en el cuadro.

La realización de una queratoescleroplastia lamelar como procedimiento de elección proporciona una mejor reconstrucción de la superficie ocular del paciente y un mejor resultado estético, teniendo como inconveniente el estar sujeto a la disponibilidad de material donante.


BIBLIOGRAFÍA


  1. Scott JA, Tan DT. Therapeutic lamellar keratoplasty for limbal dermoids. Ophthalmology. 2001; 108: 1858-67.
  2. Shen Y, Chen W, Wang I, et al. Full-thickness central corneal grafts in lamellar keratoscleroplasty to treat limbal dermoids. Ophthalmology. 2005; 112: 1955-62.
  3. Vrabec MP, Jordan JJ, Lawlor PP. Lamellar keratoplasty performed with a corneal scleral button. Ophthalmic Surg. 1994; 25: 389-91.
  4. Grant CA, Azar D. Ultrasound microscopy in the diagnosis and management of limbal dermoid. Am J Ophthalmol. 1999; 128: 365-7.