Dres. Jadraque Ruiz Y1, Ibarrola Altuna R2, Durán de la Colina JA1
Hospital de Cruces. Universidad del País Vasco.
Vizcaya. España.
(1) Servicio de Oftalmología.
(2) Anatomía Patológica.
Introducción
Los individuos con alteración del sistema inmune celular tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades oportunistas (1-5). El sarcoma de Kaposi y el linfoma de Hodgkin son los tumores más frecuentes en el SIDA, seguidos por el carcinoma escamoso (1-5). Nosotros presentamos el caso clínico de un paciente HIV+, afecto de un carcinoma "in situ" conjuntival.
Caso clínico
Varón de 40 años de edad, con hemofilia tipo A, infectado por el virus de inmunodeficiencia humana tras una transfusión sanguínea. Entre los antecedentes personales destacaba el haber padecido tuberculosis pulmonar y ser portador de virus hepatitis C.
El paciente fue remitido al Servicio de Oftalmología por presentar un enrojecimiento y una lesión nodular en el ojo izquierdo de 6 meses de evolución.
A la exploración, presentaba una AV de unidad en ambos ojos. El examen biomicroscópico reveló la presencia de una lesión de aspecto gelatinoso en el limbo nasal, con bordes relativamente bien delimitados, y pequeña invasión corneal. El tumor tenía apariencia sólida y no presentaba adhesión a la esclera subyacente (fig. 1). La PIO y el fondo de ojo fueron normales en ambos ojos.
Se realizó extirpación quirúrgica de la lesión con un margen de seguridad de 2 mm. El examen histológico concluyó en el diagnóstico de carcinoma in situ con la presencia de células atípicas con un índice mitótico moderado, pérdida de polaridad y maduración celular, y frecuentes fenómenos de disqueratosis limitados al epitelio, sin encontrar invasión estromal (figs. 2 y 3).
Un año más tarde, el paciente acudió de nuevo con picor y sensación de cuerpo extraño en el O.I. Al examen se apreciaba la aparición de una masa tumoral en el mismo lugar de la extirpación (fig. 4). Tras nueva resección, el informe histológico fue de recidiva de carcinoma in situ.
Discusión
La neoplasia escamosa de la superficie ocular es una entidad clínica conocida por una gran diversidad de términos, entre los que se incluyen: fenómenos de displasia, carcinoma in situ y carcinoma escamoso, que afectan a la conjuntiva o a la córnea (5,6). Esta lesión afecta fundamentalmente a varones en la sexta década de la vida (5).
Si bien la etiología es desconocida (1,2,4,5) la exposición prolongada a radiaciones UVB (4-8), así como la infección viral por virus del grupo Herpes o Papilomavirus (1-6,9,10), han sido involucrados en la inducción de ciertos tipos de carcinoma epidermoide.
Clínicamente, se presentan como lesiones elevadas, relativamente bien delimitadas localizadas a nivel limbar, pero también pueden encontrarse como formas nodulares o difusas (4,5,7,8). La extensión de los carcinomas conjuntivales es mayor en superficie que en profundidad, infiltrando raramente la córnea adyacente y la esclera (4,5,7).
Las metástasis regionales a nódulos linfáticos y sistémicos son raras y se producen generalmente en tumores muy evolucionados diagnosticados tardíamente (4,5,7). En ausencia de extensión regional, el procedimiento terapéutico de elección, sigue siendo la extirpación quirúrgica con un margen de seguridad de 2-3 mm (2,4,5,7). Otros autores preconizan el uso de la crioterapia de forma coadyuvante (5,7,8). La crioterapia provocaría destrucción celular por efecto térmico y obliteración de la microcirculación resultante del infarto isquémico de ambos tejidos: tejido normal y afecto. Las lesiones recurrentes tienden a ser del mismo grado histológico que el tumor primario del que derivan y no demuestran generalmente cambios malignos progresivos.
En pacientes con SIDA, el sarcoma de Kaposi, los linfomas no Hodgkin y el Molluscum contagiosum son los tumores más frecuentemente descritos (1-5). El carcinoma escamoso es el tercer tumor maligno más descrito, afectando principalmente a cavidad oral y anorrectal (1-5). Sin embargo, también se han visto a nivel conjuntival; en estos casos, aparecen en gente joven, son de rápido crecimiento y tienen apariencia histológica maligna (1-5).
El descubrimiento de un carcinoma epidermoide conjuntival en un paciente joven debe de hacer sospechar una infección VIH subyacente, siendo necesario en estos casos realizar una serología de comprobación (1-5).
Resumen
Describimos los hallazgos clínicos e histopatológicos de un carcinoma "in situ" conjuntival, encontrado en un paciente con SIDA. La biopsia conjuntival reveló fenómenos de atipia celular y de disqueratosis, limitados al epitelio sin invasión estromal.
Summary
We describe the clinical and histopathological findings of a conjunctival carcinoma in situ in a patient with AIDS. Conjunctival biopsy showed cellular atypia and disqueratosis limited to the epithelium without stromal involvement.
Bibliografía